Madrid (EFE).- América Latina está abocada a "una desaceleración" del intenso crecimiento registrado en los últimos siete años, pese a que la crisis financiera ha encontrado a la región con "la mejor situación macroeconómica" de las últimas décadas, destaca un análisis recogido por el Anuario Iberoamericano.
El artículo, elaborado por Alicia García Herrero y José Ramón Perea, economista jefe y economista senior del BBVA, se incluye en el Anuario Iberoamericano 2009, publicado por el Real Instituto Elcano y la Agencia Efe y que fue presentado hoy en Madrid.
La actual coyuntura, que durante casi un año se había circunscrito a EEUU y a Europa Occidental, se ha hecho extensiva al mundo emergente y llega a la región con un sector bancario que "acumula la experiencia de anteriores crisis y que en la actualidad además de funcionar mejor, está mejor supervisado", subraya el artículo.
Además, indica, los países del área cuentan con una dotación de capital "más adecuada" por la fuerte inversión de los últimos años y un menor riesgo de cambio y plazos.
Una situación que permite, dice el análisis del BBVA, que las medidas de ayuda al sector financiero en la región sean "más contenidas, y tengan un coste menor", que para otros países emergentes.
No obstante, los expertos advierten de que tanto las tensiones de los mercados financieros internacionales, como la mayor ralentización de la actividad del entorno de la OCDE, "depara riesgos a la baja sobre la demanda interna y externa latinoamericana".
Ello se manifestaría a través de un "menor crecimiento del crédito interno, y una menor demanda de exportaciones", que en algunos casos, añaden los especialistas, las concentraciones en una materia prima concreta, por ejemplo el petróleo en Venezuela, es un elemento de "vulnerabilidad añadida".
Los analistas indican que la actual situación supone una oportunidad para que Latinoamérica ahonde "en la senda de reformas", ya que, pese a un entorno macroeconómico más resistente a la volatilidad, "persisten" problemas.
Y entre ellos, se citan la "elevada presencia de la economía informal y la existencia de algunos sectores de monopolios sustentados en prebendas".
El Anuario Iberoamericano recoge análisis de especialistas sobre los datos principales de los países del área y un examen detenido del panorama energético en la región.
Bajo el título "La Situación Energética en América Latina: Estados Contra Mercados", Carlos Malamud, Paul Isbell y Federico Steinberg, del Real Instituto Elcano, destacan las trayectorias contrapuestas de Venezuela y Brasil hacia los posibles escenarios futuros para la región.
Los expertos subrayan que mientras Venezuela busca "potenciar el nacionalismo energético" y una versión autóctona del "antiimperialismo", Brasil quiere transitar por un camino más abierto a la "cooperación entre lo público y lo privado".
El análisis se hace eco de la percepción de EEUU, que, dicen los expertos, considera que "América Latina podría cambiar en el futuro inmediato el equilibrio mundial de la geopolítica de la energía".
Porque, añaden, si toda América pudiera ser autosuficiente en materia de energía, los norteamericanos creen que de ese modo podrían "quedar al margen de las rivalidades entre los grandes consumidores de Europa y Asia por los recursos energéticos del Gran Creciente".
Sin embargo, los analistas consideran que el mercado global del petróleo, por su propia naturaleza, restringe las posibilidades de utilizar este hidrocarburo como "un arma geopolítica".
En cualquier caso, los expertos señalan que Venezuela "no puede imponer presión sobre EEUU, recortando sus exportaciones al mercado norteamericano", y que Brasil puede convertirse en un líder "tanto regional como internacional, dentro y fuera del contexto energético".