El control del Senado está en suspenso en las elecciones estadounidenses, dependiente de un puñado de estados cuya tendencia parece incierta.
En dos estados tradicionalmente de férreo control republicano -Carolina del Norte y Missouri-, los demócratas hacían enormes esfuerzos por arrebatarle las bancas legislativas a los republicanos. Al comienzo del día, ambos estados lucían capaces de inclinarse por uno u otro bando.
En estados de simpatías demócratas como Wisconsin, Illinois, Nevada, Nuevo Hampshire y Pennsylvania, los demócratas daban un último empujón, acusando a sus rivales de ser partidarios de Donald Trump.
«Donald Trump dice que el cambio climático no es más que un invento chino, y Pat Toomey lo apoya», dijo Katie McGinty, candidata al Senado por Pennsylvania. «Nosotros apoyamos a Hillary Clinton, y el tema del cambio climático depende de nuestro voto».
Toomey, quien se ha negado a divulgar si está a favor de Trump o no, imploró a sus partidarios a mantener en alto el entusiasmo. Según las encuestas Clinton tiene una leve ventaja sobre Trump, y los republicanos enfrentan la posibilidad de perder su mayoría de 54 contra 46 en el Senado.
«La contienda entre yo y Katie McGinty es un empate en estos momentos y cuando hay un empate, especialmente en un estado grande como el nuestro, el ganador al final del día es el que más quiere ganar», dijo Toomey en un mitin en un salón de fiestas de un hotel. Cuando cierren las urnas, indicó «habremos decidido quién es el próximo senador y probablemente, bajo quién estará el control del Senado de Estados Unidos».
En realidad la campaña está tan reñida que hay varios estados que podrían ser el decisivo para el control del Senado. Los demócratas necesitan cuatro escaños para tener el control si Clinton gana la Casa Blanca (el vicepresidente en esos casos da el voto de desempate), o cinco escaños si gana Trump.
Cientos de millones de dólares se han gastado en esta campaña por grupos de intereses particulares como los fabricantes de armas o los grupos ambientalistas, así como los comités de acción política alineados con los líderes legislativos como el republicano Mitch McConnell en el Senado o el demócrata Harry Reid.
Para los republicanos el panorama se veía sombrío desde el inicio, pues tenían 24 escaños que defender, varios de ellos en estados de tendencia demócratas, comparado con 10 para sus rivales. Teniendo al polémico Trump como candidato presidencial le complicó la vida a muchos candidatos, como Toomey y como Joe Heck en Nevada, quien hasta el final se negó a divulgar si apoyo a Trump o no.
La adversaria de Heck, Catherine Cortez Masto, dijo que «el mensaje de odio» propagado por Trump está impulsando a los hispanos a votar por ella y por Clinton.
«¿Logró Donald Trump animar a mis partidarios aquí en Nevada? Por supuesto que sí» dijo Cortez Masto, quien de ser elegida sería la primera hispana en el Senado de estados Unidos. «Trump quiere armar un muro en la frontera con México, dice que todos los mexicanos son criminales y violadores, y se enfrenta a un estado como Nevada donde el 28% de los votantes son hispanos, la mayoría de México. Son mi familia».
En Nuevo Hampshire, la senadora republicana Kelly Ayotte estaba entre los políticos que le retiraron su apoyo a Trump cuando surgió una grabación en que Trump se jactaba de poder manosear a mujeres y besarlas a la fuerza. Pero ello enfureció a los republicanos allí, y la rival demócrata de Ayotte, la gobernadora Maggie Hassan, la atacó por estar vinculada a Trump.
En Florida, el senador republicano Marco Rubio parece tener ventaja sobre el demócrata Patrick Murphy, quien quedó sin dinero cuando el partido decidió invertir más en las contiendas de Missouri, Carolina del Norte e Indiana.
En Indiana ardía una campaña sumamente reñida entre el demócrata Evan Bayh y el republicano Todd Young.
Según las encuestas Wisconsin e Illinois votarán por los demócratas aunque en Wisconsin el republicano Ron Johnson ganaba un poco de terreno en semanas recientes. Pero Ohio y Arizona, que al principio parecían reñidos, ahora parecen inclinarse hacia los republicanos Rob Portman y John McCain.
Debido a la jubilación de Reid, el escaño por Nevada está abierto, y esa es la única contienda donde los demócratas están a la defensiva.
Control del Senado está en juego en elecciones de EEUU
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