Puerto Príncipe, Haití.- La corrupción a menudo necesita al menos dos participantes dispuestos, uno a pagar y un funcionario del gobierno que infrinja la ley a cambio de pago (soborno). En Haití, como en muchos otros lugares, la corrupción sería más difícil si las empresas tuvieran el imperativo moral de hacer lo que es correcto, no menos porque la corrupción afecta a todos, incluyendo a los participantes.
Los seres humanos gobiernan las empresas, y de una construcción legal, una empresa es reconocida como un «ciudadano» del país, donde esta se incorpora, y como tal podría ser acusado de crímenes. Un ejemplo reciente es la investigación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos y la acusación de bancos por fraude de valores, y Volkswagen, a una compañía automovilística alemana que participó en un fraude.
Entre 2006 y 2016 cerca de 2.2 mil millones de dólares del fondo público de PetroCaribe fueron desviados lejos a través de una conspiración elaborada que implicó a muchas compañías. Algunas de ellas eran empresas constituidas en Haití; otros se incorporaron en la República Dominicana y los Estados Unidos. Casi todas las empresas de Haití parecían haber sido formadas unos meses antes de que se les adjudicaran contratos de varios millones de dólares sin derecho a puja. Las corporaciones extranjeras propiedad de ciudadanos estadounidenses parecen haber sido incorporadas en Florida y Delaware.
Ninguna de las compañías ha tenido una cartera de contratos gubernamentales o ha hecho un trabajo similar antes de sus contratos con el gobierno haitiano. Contratos de construcción por valor de millones de dólares parecen haber sido los únicos contratos que estas compañías habían recibido desde su incorporación. Esto debería llevar a preguntarse si estas compañías fueron formadas con el propósito de cometer crímenes que podrían someter, al menos a las compañías estadounidenses, a RICO ACT (Ley de Organización de Corrupción de Influencia). Además, la Ley de Corrupción Extranjera de los Estados Unidos hace que sea ilegal para cualquier compañía de propiedad estadounidense, o cualquier compañía propiedad de un ciudadano estadounidense involucrarse en corrupción en el extranjero. 
Al menos tres empresas están registradas en los Estados Unidos, presumiblemente pertenecientes a ciudadanos estadounidenses o extranjeros residentes / titulares de tarjetas verdes habían sido involucrados supuestamente en fraude en Haití en un esquema de pago a jugar que priva al pueblo haitiano de miles de millones de dólares.
OmegaWorldNews había llevado a cabo su propia investigación exhaustiva e identificado a las empresas que entre 2006 y 2008 han conspirado con funcionarios del gobierno haitiano para desviar 2.2 mil millones de dólares de los fondos de PetroCaribe. Estos recursos financieros podrían haber sido utilizados para proporcionar educación, atención médica, agua potable, vacunas, medicamentos para el cólera y la vivienda a millones de haitianos desplazados. Por no hablar de los 59.000 inmigrantes haitianos que viven actualmente en los Estados Unidos y que podrían ser deportados a Haití dentro de seis (6) meses si la administración Trump no ofrece una extensión adicional.
Estas empresas son tan culpables como los funcionarios haitianos que pagaron. Las compañías fomentan el robo y malversación de fondos que niegan a los habitantes de Haití los recursos que tanto necesitan. OmegaWorldNews está llamando al presidente Jovenel Moise, y al Departamento de Justicia de Estados Unidos (las compañías propiedad de American Citizens de las cuales hay muchas), para investigar más la participación de estas compañías en la conspiración. Este crimen es grave y merece una investigación exhaustiva por parte del fiscal general haitiano.
Hay varias compañías cuyos funcionarios testificaron ante el comité del Senador Youri Latortue; Desafortunadamente, no proporcionaron la información tan necesaria para determinar la extensión del injerto. Una nueva investigación revelará la profundidad de lo ocurrido y dará respuestas a cómo fue posible que 2,2 millones de dólares desaparecieran sin dejar rastro.
La lista está organizada de la siguiente manera: El nombre de la empresa, la cantidad de dinero recibida, la fecha en que se recibió el dinero, el funcionario haitiano que autorizó el pago, el objeto del contrato sin licitación, el país de incorporación de la empresa y la actualización de estado en la ejecución del contrato, si el trabajo fue comenzado siempre, terminado, o hecho en absoluto. Animamos a los lectores a presentar quejas ante el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
