Nueva York.- La situación en Haití sigue mejorando y la retirada progresiva de los “cascos azules” del país no ha afectado a la seguridad, dijo este martes la ONU, que sin embargo subrayó que el apoyo internacional sigue siendo clave para el país.
A menos de tres meses de que Naciones Unidas cierre su misión en Haití (Minustah), la enviada especial de la organización, Sandra Honoré, aseguró hoy que el país continúa en la senda de la “estabilización y la consolidación democrática”.
En una comparecencia ante el Consejo de Seguridad, Honoré destacó el compromiso del nuevo Gobierno para resolver muchos de los problemas a los que se enfrenta el país y dijo que, aunque todavía hacen falta medidas concretas, las autoridades han comenzado a dar pasos en la dirección adecuada.
La situación de seguridad, explicó, se mantiene “relativamente estable”, también en las áreas de las que se han retirado las tropas de la Minustah durante los últimos meses.
Honoré, en todo caso, subrayó que es necesario que el país siga avanzando en las reformas y en sus planes de diálogo para facilitar la transición de esa misión a la nueva, Minujusth, una operación mucho más reducida con la que la ONU mantendrá su presencia.
La nueva misión, sin militares, se centrará en apoyar a la policía haitiana, promover el Estado de derecho y vigilar el respeto de los derechos humanos.
Honoré destacó que en esta nueva fase Haití seguirá necesitando el apoyo de la comunidad internacional y fondos de los donantes, aunque el liderazgo corresponderá al Gobierno nacional.
El apoyo exterior a la agenda de reformas será “clave” durante este momento de transición en Haití, insistió. Los miembros del Consejo de Seguridad, en general, dejaron claro que quieren mantener su respaldo al país y que la ONU siga acompañando los progresos que se dan allí.
El máximo órgano de decisión de Naciones Unidas acordó el pasado abril el fin de la Minustah tras 13 años. La misión, que está llevando a cabo una retirada progresiva, se clausurará oficialmente el próximo octubre, cuando será sustituida por la nueva operación.
Mientras tanto, la ONU sigue tratando de recaudar fondos para implementar su nueva estrategia contra el cólera en el país, tras haber admitido el pasado año su responsabilidad en el inicio de la epidemia.
Se considera que la enfermedad llegó a Haití en 2010 como consecuencia de un vertido de residuos fecales a un río por parte de “cascos azules” nepalíes.