La apuesta de Reus por el turismo deportivo para sacar beneficios a su pabellón olímpico y a las numerosas instalaciones deportivas de la ciudad ya da sus frutos.
La sociedad municipal Reus Esport i Lleure gestiona este mes de abril la estancia de 6.500 deportistas y calculan que este año se alcanzarán cerca de 9.500 visitantes, con 3,4 días de estancia media, 35.500 pernoctaciones en hoteles de la zona y 1.620 horas de uso de los recintos deportivos.
La receta es sencilla: ofrecer paquetes turísticos a medida en colaboración con patronatos de turismo y concejalías de deporte de varias localidades del Camp de Tarragona e incluso de Barcelona, e intensificar los contactos con operadores anglosajones y escandinavos.
Ahora, ya se exploran los mercados centroeuropeos y rusos. El fútbol inició la captación de visitantes en el 2002, pero ya se ha diversificado la oferta hasta deportes tan poco conocidos aquí como el netball o el lacrosse.
Joan Anton Verge, consejero delegado de Reus Esport i Lleure, explica que los objetivos, más allá de la promoción del deporte, son "estratégicos, consolidarnos como destino de turismo deportivo, aumentar la rentabilidad de las infraestructuras, tanto públicas y privadas y conferir dinamismo económico".
Verge añade que la diversificación de disciplinas deportivas y de mercados ha facilitado la desestacionalización que antes se concentraba en el primer semestre.