NUEVA YORK.- Tony Peña estaba muy animado en la apertura de la nueva casa de los Yankees. Inclusive se volcó en elogios sobre este moderno parque que costó 1,500 millones de dólares y que en cada rincón se puede apreciar porqué se dice que se asemeja a una catedral.
Sin embargo, lo que no le gustó y hasta molestó al legendario ex receptor de las Grandes Ligas y ex dirigente de los Reales de Kansas City, fue una pregunta de que si estaba preparado en el “círculo de espera” para dirigir a los Yankees.
“Yo no vine aquí a quitarle trabajo a nadie. Nunca he pensado en eso. Vine a trabajar duro y ayudar a este equipo a ganar”, dijo molesto Peña.
Tony Peña es el asistente del actual manager de los Yankees Joe Girardi. Y para muchos, Girardi no ha llenado las expectativas en este equipo desde que se hizo cargo la temporada pasada.
Girardi está obligado a llevar a este conjunto de los Yankees a la Serie Mundial, y quizás ganarla, indiscutiblemente esta es la presión.
La gerencia del club más famoso ha estructurado un gran conjunto a base de dinero.
En la temporada muerta firmaron a los lanzadores agentes libre C.C. Sebathia y a A. J. Burnett y al primera base Mark Teixera por 420 millones de dólares.
Esto le pone presión a Girardi, quien ha sido criticado continuamente por la forma como ha dirigido en varias ocasiones, incluyendo partidos en esta joven temporada.
El nuevo jefe de los Yankees, Hank Steinbrenner, según comentarios, es más fuertes que su propio padre George. Y por eso las exigencias están a la orden del día.
Peña cree que ese tipo de preguntas están fuera de contexto. Sin embargo, expertos dicen que Tony tendrá que acostumbrarse a escuchar este mismo cuestionamiento.