Al presidente del Gobierno español Mariano Rajoy no le está resultando fácil conseguir el apoyo de los grandes partidos políticos en su batalla por evitar la ruptura de Cataluña con España, con una falta de consenso que podría agravar la peor crisis política del país en décadas.
Rajoy medita dar un paso sin precedentes, invocando a la Constitución para disolver el parlamento regional y convocar elecciones regionales, dijeron parlamentarios de su partido.
Algunos sectores de la derecha abogan por aplicar la medida incluso antes de que se materialice la amenaza de declaración unilateral de independencia por parte del gobierno catalán, después de que Cataluña llevase a cabo el domingo un referéndum de independencia pese a los desesperados intentos de Madrid por detenerlo por vía judicial y policial.
El cierre del Gobierno catalán es conocido en Madrid como la “opción nuclear”, ya que probablemente avivaría los disturbios en Barcelona y en el resto de la industrializada comunidad autónoma catalana, que aporta una quinta parte del PIB español.
Sin embargo, el Partido Popular de Rajoy (PP) gobierna en minoría y antes de decidirse a jugar esta carta ha mantenido conversaciones con los socialistas del PSOE, el principal partido de oposición, para que apoyen explícitamente una medida semejante, dijo un parlamentario del PP.
El artículo 155 de la Constitución de 1978 nunca se ha utilizado en un país donde la dictadura aún sigue en el recuerdo. El PP es considerado por los catalanes como un partido ligado históricamente a la era del dictador Francisco Franco, por lo que los expertos consideran que Rajoy necesita contar con los socialistas, partidarios también de la unidad del Estado.
“El 155 tiene que contar con el mayor de los apoyos posibles, porque no sabemos si eso va a resolver los problemas y si solo lo respalda una fuerza política en la Cámara Alta (el Senado) es difícil que tenga el apoyo de la mayoría de los catalanes”, dijo Rafael Hernando, portavoz del PP en el Congreso.
Sin ese respaldo, el poder de Rajoy podría verse minado y, según fuentes políticas y analistas, podría terminar convocando unas elecciones nacionales para conseguir el mandato con el que enfrentarse a los separatistas catalanes.
La Moncloa declinó hacer comentarios.
Los socialistas, en principio abiertos a la opción del Artículo 155 antes del referéndum, cambiaron el tono esta semana, después de las cargas policiales del domingo para evitar el referéndum, con unas imágenes que recorrieron el mundo y provocaron la condena internacional.
En lugar de ello, el PSOE pidió la reprobación de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, a la que culparon de la violencia policial del domingo. Una reprobación no supone más que una reprimenda simbólica y no obliga a la dimisión.
Pero algunos miembros históricos del partido, como el ex vicepresidente socialista Alfonso Guerra, quieren que Rajoy adopte una línea dura con el separatismo catalán.
“Los socialistas deberían votar a favor (del Artículo 155)”, dijo Guerra el martes, añadiendo que su partido debería reprobar a Carles Puigdemont y no a Sáenz de Santamaría.
Invocar el Artículo 155 sólo necesita el visto bueno del Senado español, en el que el PP tiene mayoría absoluta, pero un amplio consenso en la Cámara Baja ayudaría a proteger a Rajoy de mociones de censura en el Congreso de los Diputados.
El partido izquierdista Podemos se opone a la aplicación del 155 y propuso esta semana que Rajoy y Puigdemont se sentasen a negociar un mediador para destensar el conflicto, aunque la propuesta fue rápidamente rechazada por Moncloa, con la argumentación de que no negociará bajo la amenaza del gobierno regional de declarar la independencia unilateralmente.
Madrid había prohibido la consulta del domingo por considerarla inconstitucional, desplegando fuerzas de seguridad nacionales para detenerla, una decisión que incluso algunos de sus aliados consideraron un error político.
Los nacionalistas vascos del PNV, que apuestan por un referéndum pactado, también están en contra de intervenir al gobierno catalán. La semana pasada, retiraron su apoyo a los presupuestos generales de 2018 hasta encontrar una solución para el tema catalán.
Antonio Barroso, subdirector de la firma de análisis londinense Teneo Intelligence, dijo que la postura de los socialistas respecto al Artículo 155 podría resultar crítica para el futuro de Rajoy.
“Básicamente está llevando al país a terreno desconocido y por eso quiere el máximo apoyo de todos los partidos que pueda sumar, pero también para tener una mayor aceptación de las medidas que tomará el gobierno”, dijo.
Rajoy ha ofrecido abrir conversaciones con otros partidos sobre un mejor acuerdo fiscal y constitucional para Cataluña si la región abandona su ruta independentista, pero la violencia del domingo ha dado alas al movimiento independentista y ha tensado las posiciones para una posible negociación.