El Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez no negó ni confirmó este jueves versiones que dan cuenta de que la Iglesia Católica presionó para que los asambleistas aprobaran el artículo 30 de la reforma a la Constitución. Dijo que le tiene sin cuidado lo que se piense, tras señalar que “la aprobación de ese artículo fue correcta y la que exige la moral”.
López Rodríguez afirmó que la aprobación del artículo 30 de la reforma a la Constitución, que penaliza el aborto, es un retroceso para los que están prestos a matar, pero para quienes no están dispuestos a eso, fue la decisión correcta.
Sostuvo que el hecho de que existan muchos países, empezando por Estados Unidos y Europa, que están legislando a favor de que se maten gente, significa un retroceso enorme.
Indico que en ningún momento de la historia de la humanidad legislar para que se apruebe el aborto a significado algún progreso, tras recordar que Juan Pablo Segundo dijo que el mundo estaba viviendo una cultura enferma, donde no existía respecto por la vida.
“Para mi es clarísimo que nosotros hemos tomado la decisión correcta al no aprobar el aborto”, enfatizó el prelado católico.
Ante la acusación de la feminista Seria Galván, directora del Colectivo Mujer y Salud, de que los diputados habían recibidos presión de la Iglesia, para votar a favor del artículo 30, el Cardenal insistió que con presión o sin presión, los legisladores tomaron la decisión correcta y la que favorece a la democracia.
Por otro lado, el Cardenal resaltó la necesidad de que los gobiernos investiguen y revise como andan las cosas en el Estado, su manejo de recursos y la corrupción.
El arzobispo se expresó en esos términos, al ser cuestionado sobre la denuncia hecha por el senador Winston Guerrero, de que el ex presidente Juan Bosch se está revolcando en su tumba debido a la corrupción en el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
López Rodríguez hablo después de participar en una misa con motivo del 86 aniversario de la Junta Central Electoral (JCE), aprovechó la ocasión para pedir la unidad entre los jueces de ese máximo tribunal de elecciones.
