Por: Espndeportes
Barcelona.- El Juventus Stadium recibirá otra vez este miércoles al Barça, siete meses después de su último enfrentamiento, con un duelo en que el presente de ambos equipos se adivina muy distinto al de aquella eliminatoria de cuartos de final, cuando el equipo de Allegri arrolló a los que entonces dirigía Luis Enrique.
Al Barcelona de Valverde, invicto en los últimos 17 partidos oficiales y que casi sin darse cuenta ha expulsado de la pelea por el título de Liga a Real y Atlético de Madrid, le vale con un simple empate para solventar de forma matemática su clasificación a los octavos de final de la Champions. Y como líder de grupo.
Para la Juve, que acude al duelo con la necesidad de puntuar para no sufrir y lo hace con las dudas que muestra la derrota en Génova ante la Sampdoria y el haber ganado solo uno de los últimos tres encuentros disputados, la prueba es tan trascendente en el marcador como indiscutible en las sensaciones, tan diferentes hoy a la última vez que se enfrentó al Barcelona.
Más firme en el marcador que brillante en el juego, el Barça de Valverde disfruta de una tranquilidad que nadie habría imaginado cuando a mediados de agosto fue barrido por el Real Madrid en la Supercopa de España. “Ni antes había que caer en el dramatismo ni ahora hay que dejarse llevar por la euforia” avisó tras la victoria frente al Sevilla el entrenador azulgrana, consciente, eso sí, de la importancia de disfrutar de esta tranquilidad.
Puntuar, ganar a ser posible, para convertir la última jornada en un simple trámite y aparcar la Champions hasta febrero se adivina el objetivo firme del Barça, que sin olvidar el varapalo que le supuso su última visita a Turín acude esta vez con los ánimos renovados.