El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, ofreció iniciar conversaciones directas con Corea del Norte sin condiciones previas, alejándose de una demanda clave de Washington de que Pyongyang primero debe aceptar que renunciar a su arsenal nuclear sería parte de cualquier negociación.
El nuevo gesto diplomático de Tillerson se produce casi dos semanas después de que Corea del Norte dijera que probó con éxito un misil balístico intercontinental avanzado, que pone a todo el territorio continental de Estados Unidos al alcance de sus armas nucleares.
“Reunámonos”, dijo Tillerson en un discurso el martes al centro de estudios Atlantic Council de Washington.
Más tarde, la Casa Blanca emitió una declaración ambigua que no dejaba claro si el presidente Donald Trump -quien había dicho que Tillerson estaba perdiendo el tiempo al buscar un diálogo con Corea del Norte- había aprobado su discurso.
“Las opiniones del presidente sobre Corea del Norte no han cambiado”, dijo la Casa Blanca. “Corea del Norte está actuando de una manera imprudente (…) Las acciones de Corea del Norte no son buenas para nadie y ciertamente no son buenas para Corea del Norte”.
Antes del discurso de Tillerson, el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, prometió desarrollar más armas nucleares mientras condecoraba personalmente a los científicos y funcionarios que contribuyeron al desarrollo del último misil balístico intercontinental de Pyongyang, reportó el miércoles un medio estatal norcoreano.
Kim dijo el martes que los científicos y trabajadores continuarán fabricando “más armas y equipos nuevos” para “reforzar la fuerza nuclear en calidad y cantidad”, informó la agencia de noticias KCNA.