Diciembre, mes de reencuentros, reuniones, entrega de regalos, y actos de solidaridad, es sinónimo de alegría entre familiares y amigos. Sin embargo para muchas personas, esta época causa sentimientos de nostalgia y depresión severa, que conllevan, según estudios, al incremento de suicidios.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), Ecuador es el undécimo país con más casos de depresión (4,6% en relación a su población) y el décimo por casos de desórdenes de ansiedad en América Latina. Además, la institución estima que, durante la época decembrina, los casos de depresión pueden aumentar en un 40%.
El último informe de la OMS reveló además que durante la última década y alrededor del mundo, el porcentaje de personas que sufren depresión aumentó 18 puntos, lo que significa que más de 320 millones de personas sufren depresión.
El doctor Gregory Celis, investigador clínico y director médico de Laboratorios Bagó, explica que la depresión “es una tristeza permanente, caracterizada por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, que interfiere con la capacidad para trabajar, estudiar, dormir, comer y disfrutar de actividades que antes eran placenteras. A esto, se le suma irritabilidad permanente, cambios de apetito, falta de energía, pérdida de la lívido y, finalmente, puede terminar en pensamientos y actos suicidas”. Y puede ocurrir en niños, adolescentes, adultos y adultos mayores.
En la época navideña, estos sentimientos pueden incrementarse, asegura, pues “es un fenómeno que abarca varias aristas, ya que su causa pudiera radicar en elementos como: soledad, situación y/o posición económica, reflexiones profundas, entre otras”.
Cómo prevenirla
Primero es necesario identificar si es depresión que ya se ha mantenido a lo largo del año, o es una tristeza reciente. La principal causa de la depresión en Navidad es la soledad; bien sea por la pérdida de familiares cercanos o por la distancia entre familiares y amigos.
Además, otra de las principales causas es el factor económico, preocuparse de las compras navideñas, los eventos y obligaciones sociales con la familia pueden provocar una depresión. La prisa por encontrar el regalo perfecto y por crear el espacio adecuado para la celebración de la fecha puede ser la causante de mucha tensión y ansiedad, derivando en depresión.
Entre las características más comunes, están: Tristeza permanente, melancolía, frustración por desear los que los otros tienen, amargura, pensamientos negativos, apatía a las festividades, tristeza por la ausencia de personas, nostalgia, pensamientos suicidas.
Una de las alertas más comunes de que se puede estar sufriendo depresión en navidad son los sentimientos de cansancio, tristeza, irritabilidad extrema en medio de las alegrías de las fiestas navideñas. Lo mejor sería reconocer estos sentimientos y evitarlos con el fin de recuperarse de manera positiva.
“El primer paso para superar la depresión es reconocer que se está sufriendo o padeciendo la enfermedad para así buscar ayuda, en especial la de un psicólogo o psiquiatra, e iniciar un tratamiento multidisciplinario en el que generalmente se involucra a la familia”, expresó el investigador clínico.
Sin embargo, en caso de sentir alguna de las características detalladas anteriormente es importante seguir las siguientes recomendaciones:
1.-Expresar las emociones negativas a sus amigos y sus familiares. Esto ayudará a desahogarse y podrá recibir comprensión y cariño de personas cercanas.
2.-Rodearse de gente y entornos positivos para crear momentos alegres, evitar las situaciones negativas o conflictivas.
3.-No haga comparaciones y aprecie lo que tiene como su familia y logros propios. Cada persona es un universo diferentes y los momentos buenos y malos son parte del diario vivir de todos. Busque nuevos retos, dese ánimos.
4.-Crear nuevos entornos y tradiciones. Una buena opción es crear espacios de reencuentros, tradiciones familiares para compartir y aliviar emociones negativas.
5.-Evitar pensar que todos alrededor son felices. Es importante destacar que, aunque en diferentes medidas, todos tienen problemas. No dejarse llevar por la «fachada» de las redes sociales, donde todo es felicidad y éxito, para cada triunfo se hacen muchos sacrificios.
6.-Otro punto a favor es fomentar actividades al aire libre para distraer la mente como el yoga, ejercicios físicos, juegos grupales, etc.
Es importante destacar que la depresión puede causar aislamiento, pérdida de ganas de vivir, pérdida de amor propio y hacia los demás; pudiendo generar un cuadro de violencia o suicidio, en su caso más extremo.
Celis subrayó que la depresión se puede controlar. Sin embargo, acotó que “puede existir una predisposición genética” por lo que instó a detectar si familiares cercanos han sufrido depresión; y en caso de ser afirmativo, acudir a un psiquiatra como mecanismo preventivo. (I)