El empresario brasileño Marcelo Odebrecht confirmó en días recientes, ante fiscales peruanos, que financió las campañas de la oposición venezolana, una política que impulsaba en ese país suramericano y que pretendía continuar en Perú.
El empresario, que se encuentra bajo arresto, fue sometido a un interrogatorio por las autoridades peruanas por los casos de corrupción y financiamiento de su empresa al actual presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, y la excandidata presidencial Keiko Fujimori, cuyas declaraciones salieron a la luz recientemente.
Durante su interrogatorio en Curitiba, Brasil, el pasado 9 de noviembre, Odebrecht aseguró que financió a la oposición peruana “con certeza”, al igual que lo hizo con dirigentes de la derecha venezolana, sin mencionar nombres.
El magnate de la construcción explicó que la estrategia era financiar a sectores opositores en América Latina, aunque no fueran a ganar, con la finalidad de “evitar problemas” en el futuro.
“Nuestra intención era la de apoyar a muchos candidatos de oposición, incluso sabiendo que no iban a ser elegidos. Los apoyábamos de alguna manera. Porque la oposición también puede crear problemas. Una manera de crear una red es apoyar”, señaló Odebrecht.
En reiteradas oportunidades, portavoces del chavismo acusaron al exgobernador del estado Miranda Henrique Capriles de haber recibido financiamiento de la constructora brasileña, lo que ha sido negado rotundamente por el dirigente del partido opositor Primero Justicia.