Este engendro que ven en las fotos es el resultado de la creatividad de un millonario suizo, de nombre Ueli Anliker, fanático de la combinación rojo y dorado, y que posee una colección que incluye una motocicleta, una lancha, un Ferrari, y hasta un negocio decorado de la misma manera.
Para decorar el Mercedes Benz SLR Mclaren, al que ha llamado 999 Red Gold Dream, y que es propiamente un monumento al mal gusto, se utilizo Oro de 24 quilates y 500 rubíes, todo un despilfarro de dinero para semejante aparato, que parece salido de alguna película del mismísimo Lucifer.
A nuestro entender y con lo celosos que son con su marca, en la fabrica Alemana deben estar revolcándose y ansiosos por encontrar a este sr para lanzarle flores y decirle unas cuantas bendiciones.