La desesperación se apodera de los habitantes del barrio Quita Sueño, en Haina, San Cristóbal, zona invadida por la pobreza extrema. Sin energía eléctrica, ni agua y atemorizados por el incremento acelerado de la delincuencia.
Según residentes, en Quita Sueño se producen atracos a mano armada a plena luz del día, situación que los mantiene en un estado de nervios constante. El comercio se ha visto obligado a proteger sus instalaciones con rejones.
Una realidad de esa incertidumbre y de inseguridad, la puso de manifiesto Alberto Rivas, propietario del colmado Precio Justo, quien tuvo que rodear de barras de hierro su colmado, para evitar ser atracado nuevamente, suerte que ha corrido en dos oportunidades.
Exclamó que las autoridades del lugar no garantizan la seguridad ciudadana: “Dos veces me agredieron y si no me aseguro, en una próxima, me matan. Aquí no se cuenta con la Policía. A veces hasta ellos mismos son cómplices”.
Otro de los problemas que atraviesan los moradores de Quita Sueño es la falta de energía eléctrica, sufren apagones de hasta 20 horas, oscuridad que aprovechan los delincuentes para cometer su fechoría.
En Quita Sueño también se observa un avanzado deterioro de las calles, que en tiempos de lluvias se hacen intransitables. Una de las residentes, Nereida Valerio, reveló que llevan cuatro años reclamando el arreglo, pero las autoridades sólo les hacen promesas.
Asimismo, la falta de agua mantiene a Quita Sueño con el grito en el cielo, en ocasiones el líquido se tarda 18 días para aparecer por las tuberías. La situación alegadamente es aprovechada por las autoridades de CASSD y los vendedores de agua en camiones, haciendo del problema un negocio.
Marta Aybar, también vecina de Quita Sueño, reafirmó que no tienen envases suficientes para almacenar agua, que pueda durar todo el tiempo que carecen de ella: “Cuando se termina hay que buscar dinero porque, ¿cómo sobrevivimos sin agua?”.
Al déficit energético, la delincuencia, la falta de agua potable, poca inversión del gobierno en educación y salud, se agregan a los padecimientos de los habitantes.
Los residentes de Quita Sueño, se sienten olvidados por los gobiernos de turnos y consideran que sólo se acuerdan de ellos en tiempos de elecciones, cuando acuden hacer promesas que nunca cumplen.
“Creemos que como estamos lejos de Santo Domingo, todos los gobiernos se olvidan de nosotros y sólo se acuerdan cuando hay que votar por ellos”, afirmó Epifania Velázquez, madre de familia.
Algo de historia
El sector de Quita Sueño está compuesto por emigrantes de diferentes pueblos sureños; pero, principalmente, por habitantes procedentes de San Juan de la Maguana.
Los habitantes de ese sector se dedican al comercio informal, como chiriperos, vendedores ambulantes, conserjes en casas de familia, obreros que trabajan por temporada en la fábrica Guacamoles, donde embasan aguacates para ser consumidos dentro y fuera del país.