Socióloga los atribuye al consumo de alcohol y disputas entre choferes y peatones
Los accidentes de tránsitos siguen siendo en República Dominicana una de las principales causas de muerte, pase a las medidas preventivas y las acciones tomadas por las autoridades para evitar estos siniestros.
Los accidentes de vehículos representan un gran problema de salud pública, ya que el gobierno debe invertir miles de millones de pesos en asistencia médica a las víctimas.
Las pérdidas de vidas humanas y los miles de lesionados que resultan de los accidentes de tránsito hace necesario incluir la educación vial en las aulas desde el nivel inicial, como elemento fundamental para el desarrollo integral de los niños y niñas que contribuyan en el rescate de valores y en la formación de una cultura vial.
También urge más severidad en el cumplimiento de las normativas de rigen el tránsito, como el uso del cinturón de seguridad. Además, el cumplimiento de la Ley que prohíbe hablar o escribir por celular mientras se conduce, ya que esta infracción se ha convertido en una de las principales causa de accidentes de vehículos en el país.
Las cifras de muertos y lesionados en accidentes de tránsito siguen siendo alarmante en el país al verificarse que en los primeros cinco meses del año 2018 unas 395 personas han fallecidos por esta causa. Solo en el mes de enero se registraron un total de 97 decesos.
En los primeros tres meses de 2018 el total de fallecidos fue de 330 personas. Las motocicletas estuvieron involucradas en el 63 % de los casos, según estadísticas del Observatorio de Seguridad Ciudadana.
El 36 % de las 330 muertes por accidentes de tránsito ocurridas durante el primer trimestre de este año se produjeron los fines de semanas.
En febrero de este año se registraron 109 muertes en accidentes de tránsito, mientras que en marzo se contabilizaron 124.
De acuerdo a los datos recopilados las muertes por accidentes de tránsito en el mes de abril y mayo suman 65.
Entre los accidentes más notorio está el ocurrido en la carretera Sosúa-Cabarete, en Puerto Plata, entre un autobús y una jeepeta que dejó como resultado dos personas muertas y otras 18 heridas.
El tres de enero de 2018 se reportó la muerte de cuatro jóvenes muertos en accidentes de motocicletas, entre estos Ruddy Alberto Jiménez, de 17 años, fue embestido por una camioneta a la altura del Kilómetro 6 de la carretera Hato Mayor, en la comunidad de El Cercadito.
Mientras que en Santiago, murieron tres en competencias de motores en la carretera que comunica la sección La Lima con el municipio de Baitoa, de acuerdo informó la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET), con sede en esa localidad.
El 20 de enero falleció el hijo del dueño de la franquicia de restaurantes Adrián Tropical, en la avenida Anacaona, al chocar su vehículo con un poste del tendido eléctrico. Una semana después murió un venezolano identificado como Orlando José Padilla Bustamante, quien murió al estrellarse su carro contra un poste de luz en la avenida Núñez de Cáceres.
Tres días después el cantante dominicano Kelman Ventura falleció en un accidente de tránsito en la autopista del Este a la altura del Ingenio Colón, San Pedro de Macorís, en dirección San Pedro – Boca Chica. Del mismo modo en El Seibo, el conductor de una jeepeta murió al deslizarse y chocar contra un árbol.
El 4 de marzo, en Villa Jaragua, murieron dos jóvenes y otro resultó herido en un choque entre dos motocicletas que viajaban sin luz por el cruce carretero de ese municipio y Los Ríos, en Neiba.
Los fallecidos fueron Ángel Enrique Sena y Daniel Rivas, mientras que el herido fue identificado como Joel Cuevas.
Al día siguiente, en Monte Cristi, cuatro personas fallecieron al producirse un choque entre dos motocicletas en la carretera que comunica a las comunidades de Villa Elisa y La Guajaca, del municipio de Villa Vásquez, de esta provincia, en donde también residían.
Los fallecidos fueron identificados como Paula Mercado, estudiante de 32años; Ramón Arturo García, jornalero de 38; Jerson Peña y Saúl Argenis Cabral, de 24 y 18 años, respectivamente, informó la Policía Nacional.
El 10 de abril, un joven de 22 años de edad murió luego de ser atropellado en la avenida George Washington, momentos en que se desplazaba a su trabajo.
Christopher Alexander Mora se dirigía a la compañía Soluciones Daqui donde se desempeñaba como mensajero, según dijo un compañero de trabajo.
Mientras que el 17 de mayo, en Santiago, dos hombres murieron y cuatro resultaron heridas cuando se estrellaron en el vehículo que viajaban contra una pared en la carretera Duarte, en el tramo que comunica los municipios de Moca y Licey.
Las víctimas fueron José Mesón Rodríguez y su cuñado José Luis Gómez, quienes viajaban en el carro Toyota Camry, placa A-441480, que quedó totalmente destruido.
El 28 de ese mismo mes, seis personas murieron cuando viajaban en un vehículo que cayó al canal de riego Aglipo II, todos murieron, incluyendo una menor de edad.
Los muertos fueron cuatro hombres y dos mujeres, que residían en el municipio de Cotuí, provincia Sánchez Ramírez.
Ese mismo día dos personas murieron y cuatro resultaron heridas, tras ser embestidas por un carro que se desplazaba a alta velocidad al cruzar por la comunidad Doña Antonia, de Monte Cristi, mientras compartían en un parque.
Experta opina
Según la socióloga Eulalia Flores, los accidentes de tránsito ocurren, mayormente, por las disputas que se producen entre conductores y peatones sobre todo en horas pico, cuando la ira y el enojo cobran más fuerza.
No obstante, atribuyó la ocurrencia de accidentes viales al consumo de alcohol y a la alta cantidad de personas en edad avanzada que están en las calles conduciendo un vehículo, sobre lo cual las autoridades no toman medida ni tratan de establecer un control mediante una ley.
Señaló como otro elemento la desatención que existe en la seguridad y consideró que la agresividad en la conducción no necesariamente requiere de intencionalidad, porque nadie quiere producir un accidente.
Indicó que una de las principales causas de la violencia vial es el estrés cotidiano que afecta a los individuos “ocasionándoles ansiedades o frustraciones que los convierten en seres con actitudes defensivas en todo momento, hasta llegar al extremo de violentar a otros”.
Por otra parte, el sociólogo apuntó que como causa de esta violencia están la precariedad de las carreteras y enfermedades como la epilepsia, puesto que una persona con este tipo de dolencia no está habilitada para manejar. Sostuvo que no solamente los conductores tienen la culpa de los accidentes, sino también la misma sociedad. Además las leyes en este país están obsoletas, agregó el profesional.
Flores explicó que existen infraestructuras deficientes, y que la imprudencia y la falta de educación son los factores que de una forma u otra tienen que ver con los accidentes de tránsitos.
Abundó que la violencia vial es considerada como un delito grave, porque pone en riesgo la integridad física de las personas. No obstante, las penalizaciones son de grado menor, como multas o prisión leve.
Finalmente, recomendó a las autoridades competentes retomar los entrenamientos en educación vial, el uso del cinturón de seguridad, y modernizar los procedimientos para obtener la licencia de conducir.
Para Flores no basta con un simple examen escrito, sino que se debe incluir un acápite de normas de educación vial, para orientar a los niños en las escuelas sobre las leyes de tránsito.
