Los padres de familia tenían tiempo para su trabajo. Además prestaban labores honorificas tales como presidente del ayuntamiento, síndico y regidores. La palabra corrupción no se conocía. Eran hombres de ejemplo a seguir, entregaban a la sociedad hijos de carácter.
Hoy ya cerca de los 91 veranos nos preguntamos, ¿Dónde está el ejemplo y la cátedra de la verdad? ¿Dónde está la enseñanza del crecimiento espiritual? El carácter se perdió, la manera agradable de hablar, la persistencia y la paciencia que controla todo,
Durante los estudios en el colegio de guerra naval, armada de los Estados Unidos, (1966-1967) estuve en lo que pensé eran las actividades confidenciales de oír- pensar y meditar. El silencio interior lo considere muy importante, realmente fue le guía para el análisis de la situación para la toma de decisión.
Me confieso: almuerzo en alegría, al dormir estoy en alegría. Me encantan los bellos recuerdos, como este de G.A. Bécquer que leí durante los años mozos
Todo por un Beso; por una mirada, un mundo, por una sonrisa, un cielo, por un beso… ¡Yo no sé qué te dirá por un beso!
Consérvense bueno.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana