close

Florián Féliz: hombre confianza del Cartel Medellín

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Facebook
Facebook
Youtube
Instagram

La incautación de 21 gramos de cocaína el 14 de octubre del 1991, permitió a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), iniciar los sometimientos a la justicia de Rolando Florián Feliz y un clan familiar que se dedicaba a la distribución de estupefacientes.

En esa ocasión Florián Feliz –El Moreno- fue sometido mediante el oficio No.91-1737 junto a Javier Butten, Otoniel Florián Feliz, su hermano, Júnior Montero y otros cómplices prófugos.

Sin proponérselo, Florián Feliz, años posteriores sería el mayor capo de la República Dominicana y hombre de confianza de Pablo Escobar Gaviria, el temible jefe del cartel de Medellín, caracterizado por su estilo violento en la multinacional del narcotráfico. No sólo eso, sino que puso en práctica el estilo organizativo colombiano del clan de familia.

El crecimiento de Florián Feliz se puso en evidencia cuando el 8 de junio del 1996, luego de una labor de inteligencia a cargo del Centro de Información y Coordinación Conjunto (CICC), de la DNCD, se descubrió en el interior del barco Phoenix un cargamento de l,400 kilos de cocaína.

Por este hecho fue sometido el prófugo a la justicia, manteniéndose muy activo hasta que en la jefatura del Mayor General Enrique Pérez y Pérez, circunstancialmente, es apresado por una patrulla del Departamento de Delitos Contra la Propiedad, en un hotel de lujo en al región Este.

El oficial que detuvo a Florián Feliz, el entonces Mayor Maike Moreno, recibió una oferta tentadora, un maletín lleno de papeletas en moneda nacional y en dólares. Este oficial que había laborado en la DNCD, y que conocía los rasgos físicos de este, rechazó la oferta.

Durante los interrogatorios, Florián Feliz aportó datos importantes incluyendo a los altos militares que patrocinaba a cambio de protección.

El Mayor General Pérez y Pérez, cuando tuvo en sus manos a Florián Feliz, ordenó grabar la conversación, y esta cinta estuvo en manos de una importante figura que tenia a su cargo la accesoría en materia de lucha contra las drogas en el gobierno del expresidente Joaquín Balaguer.

Este narcocasette, según los que tuvieron cerca de la investigación, ponía al descubierto el padrinazgo de Florián Feliz con militares, algunos de altos rangos que les servían.

La periodista Nuria Piera tuvo su vida en peligro porque entrevistó a los familiares de un preso de la organización de Florián Feliz, quienes denunciaron las torturas que supuestamente había sufrido su pariente.

La periodista Piera fue visitada y advertida teniendo que suspender la segunda parte de la entrevista.

Entregado por la policía a la DNCD, en el despacho del presidente de dicha dirección, el vice-almirante Julio César Ventura Bayonet, Florián Feliz, detenido un mes ante de las elecciones hizo saber que saldría a la calle porque ganaría el partido por el cual simpatizaba, el PRD y que entonces se las verían.

El PRD no ganó las elecciones, sino el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y Florián Feliz fue a la cárcel durando 14 años en prisión hasta que el pasado 16 de mayo cayó abatido en la cárcel de Najayo, luego de haber intentado matar al coronel Apolinario, jefe de los servicios policiales, acción que fue impedida por el capitán Lino Oscar Jiménez, quien le hizo siete disparos.

Al interno Florián Feliz, herido de gravedad, se le trasladó al hospital Alejandro Pina, de San Cristóbal, y posteriormente al Marcelino Vélez Santana, en Herrera, donde falleció a las 12: 17 de la madrugada del domingo.

Su muerte cierra un capitulo de grandes operaciones de narcotráfico, asesinatos en ajustes de cuenta, pago de peajes, protección militar, policial, compra de buenas voluntades en la justicia, en ciertos gente de la comunicación social, y sectores comerciales, empresariales y marginados donde llegaban los grandes recursos económicos que obtenía.

Los expedientes

Durante un registro en los sometimientos a la justicia hecho a Florián Feliz desde 1991 hasta el 2003, su organización, la cual dirigía desde la cárcel donde gozaba de privilegios insospechados, introdujo al país por vía marítima y aérea 4,127 kilos de cocaína.

Esto era posible por el dominio que tenía en la región Sur y otras zonas donde era el jefe.

Para los carteles colombianos, en especial el Cartel de Medellín, si se tenía la aprobación y la palabra de –El Moreno- Florián Feliz, se enviaba un cargamento, no importaba la cantidad.

Los colombianos sabían que El Moreno era un hombre de honor, y no fallaba.

Por eso, cuando necesitó de su ayuda, ésta llegaba. Preso en la cárcel de Monte Plata, Florián Feliz contactó a sus aliados, y estos les enviaron a varios peruanos expertos en hacer túneles para las guerrillas de la FARC y el desparecido Sendero Luminoso.

Este túnel fue descubierto, teniendo las autoridades que buscar un lugar seguro para que no escapara.
La Procuraduría General de la República y la Dirección Nacional de Prisiones construyeron el llamado pabellón de alta seguridad en Najayo.

Los cargamentos

En los documentos remitidos a la justicia por los cargamentos incautados, figuran Florián Feliz, colombianos, sus hermanos y otras personas.

Mediante el oficio 94-0975, la DCNC lo sometió junto a Otoniel Florián Feliz, por la incautación de 953 kilos de cocaína; oficio 95-0231 de 552 kilos, sometidos el colombiano Henry Cardona y otros; oficio 91-1737, sometidos Javier Bullen, Otoniel Florián Feliz, Juan Florián Feliz, Júnior Montero Medina y otros por ocupárseles 21 gramos de cocaína en envolturas de kilos de cocaína; oficio 96-0240 por 22 kilos de cocaína Miguel Ángel Blanco Rodríguez y otros; oficio 2003-01-0735 por 22 kilos; oficio 99-1256 93.9 gramos de Marihuana; oficio 95-0338 195 kilos de cocaína Miguel Bruno García, y otros; oficio 96-0014, 754 kilos de cocaína, Rogelio Fortuna Victoriano y otros; y l,400 kilos de cocaína del barco Phoenix donde se somete como cabecilla a Florián Feliz.

Asesinatos desde las cárceles.

Estando recluido en las cárceles de Monte Plata y Najayo, Florián Feliz no solamente goza de amplios privilegios, sino que dirigía importantes operaciones de contrabando de drogas.

También, ordenaba ejecuciones de los que se quedaban con drogas o dinero.

El caso más sonado fue el asesinato, luego de ser torturado, de Víctor Augusto Feliz Matos, hijo del ex presidente del Senado, Augusto Feliz Matos.

Por esta muerte, los familiares se querellaron logrando una condena de veinte años de prisión. Poco a poco los abogados de Florián Feliz borraron expedientes y sentencias, quedando las condenas del barco Phoenix y el asesinato de Feliz Matos.

Dentro de las cárceles y fuera de ellas, Florián Feliz tenía un absoluto control de sus operaciones sin que nadie se saliera con la suya.

Jinetes de Florián y Castillo.

Si una cosa tiene el narcotráfico es el código del silencio que rige esta organización criminal.

Los secretos no se pueden revelar, y quienes los hagan saben que se encaminan hacia la muerte.

Esta ley no solamente se aplica en el narcotráfico, el crimen organizado, sino en la inteligencia. Se recuerda que en la puerta de entrada del Servicio de Inteligencia Militar, en la era de Trujillo, había un letrero con un pez que decía “por la boca muere el pez”.

El anuncio duró mucho tiempo colocado en el Servicio Secreto de la Policía.

Casos recientes confirman esta ley seca, Carlos Everts Fondier, autodefinido como un sicario que sirvió al SIM, la CIA y organismos de inteligencia locales hizo unas declaraciones y varios meses después, desde un motor saltamontes dos desconocidos los acribillaron dejándolo tendido en la carretera Santiago- Puerto Plata, cuando esperaba un autobús.

Esta misma suerte corrieron otros.

El tiempo, que es un testigo mudo de la historia, parece se acorraló a Florián Feliz, que ante de su muerte anunció la publicación de un libro donde narra su vida en 51 capitulos, de acuerdo a una información aparecida en el periódico Primicias.

Entre esos capítulos, Florián Feliz dedicó el 50 a los que él llamaba los nuevos jinetes de las drogas en la República Dominicana.

El periodista colombiano Fabio Castillo, autor de varios obras en las que se destacan Los Jinetes de la Cocaína y Los Nuevos Jinetes de la Cocaína, tuvo que salir de Colombia porque el cartel de Medellín decretó su muerte encomendando la acción a comandos de sicarios.

Para evadir esta persecución, Castillo se acogió al programa de protección de testigos de los Estados Unidos de Norteamérica, y todavía viven en algún lugar.

Los jinetes de Florián Feliz serían dados a conocer, y la muerte sobrevino sin darle la oportunidad de vivir para reforzar lo que está escrito.

Las páginas 80, 81 y 82 del libro Los Nuevos Jinetes de la Cocaína de Castillo dice “en el mundo de los nuevos jinetes de la cocaína también se aprecia básicamente la repetición de los mismos esquemas de la organización, aunque dado lo recinto de la caída del cartel de los Rodríguez Orejuela y el proceso de definición de distintos grupos, es difícil hacer todavía una previsión de cuál será la estructura del cartel a que se enfrentará el Estado en los próximos años”.

Resalta, que “en su gran mayoría las estructuras de traficantes de cocaína, antes de erigirse o integrarse en carteles, fueron grupos familiares a los que la expansión forzó a aceptar nuevos miembros, como es el típico caso de los Ochoa Vásquez, Escobar y sus primos, o los Rodríguez Orejuela, y ahora los Henao Montoya”.

Actualmente, 12 familias que integran el poderoso cartel del Valle en el Norte de Colombia, tiene el control de los contrabandos de drogas, vicariatos, transporte y lavado teniendo que dividir o pactar con los cárceles mexicanos de Sinaloa, Del Golfo, California, Los Ángeles y otros.

Estos son los nuevos jinetes colombianos, mexicanos y ahora aparecen los nuevos jinetes de las drogas de la República Dominicana, que Florián Feliz dejó escrito en una obra, que si sale producirá un tsunami en los cuarteles, la policía, el empresariado, políticos, legisladores, la prensa y otros sectores hasta donde este capo llegó.

Su muerte, ¿a quién beneficia?

Los personajes que son historia, sea en la política, lo económico y el narcotráfico, cuando mueren producen efectos.

Algunos se benefician de la muerte: los herederos, quienes manejan sus riquezas desde la sombra y socios.

Otros se perjudican porque en caso de conocer las interioridades quedan al descubierto.

Estos últimos apuestan al olvido y en ocasiones tratan de borrar evidencias.

Las ultimas mujeres..

Siempre en los grandes acontecimientos hay una mujer.

La mujer personifica el archivo humano de secretos interiores, y son efectivas en las tareas delicadas que se les asignan.

La belleza o el atractivo de una mujer vencen voluntades.

Las dos últimas dos mujeres que estuvieron el sábado 16 con Florián Feliz en su celda de Najayo, no solamente son testigos, sino su archivo. Solamente ellas saben por qué estaban en el lugar, qué vieron y qué tarea tenían asignadas fuera de la cárcel.

Las damas Danerys Mejìa de los Santos y Yury Lora son dos testigos de esa historia que contarán a su manera, obviando realidades que puedan perjudicarlas.

Rolando Florián Feliz en vida fue noticia y después de muerto será noticia.

No Comments

Leave a reply

Post your comment
Enter your name
Your e-mail address

Story Page