Ataviado con indumentaria del club, el astro argentino llegó este fin de semana a Culiacán, sede del Cartel de Sinaloa, para dirigir a Dorados, un club que marcha en los puestos de cola. Algunas personas consideran que la contratación obedece a una maniobra mediática del equipo y un desesperado intento por reflotar su carrera arruinada por las drogas y excentricidades.
Maradona, de 57 años, es una figura de renombre para un club poco conocido y que fue fundado hace solo 15 años. Cobraría 150.000 dólares mensuales para dirigir a un equipo en el que los jugadores se quejan de pagos atrasados. No se pudo contactar a un dirigente de Dorados para confirmar o negar el salario o los pagos incumplidos.
Tom Marshall, quien cubre el fútbol mexicano para ESPN, dijo que la interrogante en torno a la contratación de Maradona es si es parte de un proyecto a largo plazo para apuntalar a Dorados o un acto ególatra de los dueños, la rama de Tijuana de la familia Hank que es dueña de casinos e hipódromos.
Pocos creen que a Maradona le irá bien en el puesto. Muchos avizoran inevitables roces entre personalidades temperamentales.