El economista Isidoro Santana ha expresado que el país tiene el crédito internacional cerrado y para abrirlo necesita la confianza que da un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que envíe la señal de que se están monitoreando las acciones del Gobierno.
Sin embargo, ha informado que a pesar del cierre de créditos internacionales, la mayor parte de los turistas que vienen al país en la actual coyuntura son muchos más que en años anteriores, gracias a las alternativas turísticas que ofrece ese sector.
Santana ha informado que pactar con organismos económicos internacionales les daría a los inversionistas un nivel de confianza mayor que la que tienen ahora con respecto a la posibilidad de poder conseguir acceso a financiamientos (para el desarrollo de proyectos) tanto en bancos como en organismos multilaterales y demás instituciones financieras.
El Gobierno proyectó en el presupuesto de 2009 seguir endeudándose, e hizo una proyección muy optimista de que iba a conseguir muchos recursos, tanto de los organismos multilaterales como de instituciones privadas, pero no ha podido conseguir los recursos externos esperados para financiar su presupuesto, ha manifestado el economista.
Ha argumentado que el país está en una situación difícil para conseguir financiamiento externo, debido a que tiene un déficit de cuenta corriente muy grande. “El que presta, presta basado en que sí (el país) va a poder pagar”, ha precisado. Citó que el déficit de cuenta corriente en el primer semestre de 2008 fue 12% del Producto Interno Bruto (PIB) y al disminuir los precios del petróleo terminó en alrededor de 10% “y eso es mucho”, ha expresado Santana.
Santana ha opinado que el arsenal de instrumentos de políticas económicas del país está casi agotado y por tanto no es mucho lo que se puede recomendar como medidas para reactivar la economía. “La mayor parte de las cosas que se suele recomendar que se hagan en momentos como este, en República Dominicana son poco viables”, ha añadido.
No obstante, ha expresado: “lo que uno le puede recomendar es que gaste bien”, con un sentido de prioridad y de justicia en la forma de asignar los recursos. En ese sentido ha recomendado reorientar la inversión pública.