La cantante de ópera Monsterrat Caballé, considerada una de las mejores ‘prima donna’ del siglo XX, falleció a los 85 años en el hospital Sant Pau de Barcelona donde estaba ingresada, informó un portavoz del centro sanitario.
La soprano sufría una dolencia en la vesícula desde hace varios años y llevaba varias semanas hospitalizada, agregó el portavoz.
Durante casi 60 años de carrera, ‘la Caballé’ se labró una fama mundial por la calidad de su voz, la variedad y riqueza de personajes que interpretó, casi un centenar.
Fue una de las principales voces de una generación lírica integrada por Alfredo Kraus, Plácido Domingo, José Carreras, Teresa Berganza o Victoria de los Ángeles.
El Gran Teatre del Liceu, donde actuó más de 200 veces, se refirió a ella como “una de las sopranos más importantes de la historia y clave en la memoria del Teatre”.
“Montserrat Caballé fue una voz única e irrepetible de la lírica mundial y su pérdida deja una enorme orfandad en el mundo de la lírica”, dijo el ministro español de Cultura, José Guirao.
Caballé estaba considerada una de las mejores exponentes del ‘bel canto’.
La Familia Real también expresó su pésame por la muerte de la cantante, a quien definió como “la gran señora de la ópera, leyenda de la cultura universal, la mejor entre los mejores y capaz de descubrir nuevos espacios de creación con los más grandes”.
Caballé nació el 12 de abril de 1933 en Barcelona en una familia muy modesta que pasó muchas estrecheces en plena Guerra Civil y posguerra en la capital catalana.
‘La Superba’, como también se la conocía, pudo completar sus estudios musicales gracias al apoyo de una familia adinerada y melómana, los Bertrand. Encontró su primera oportunidad en la ópera de Basilea en 1956, cuando cosechó un gran éxito al suplir a la cantante principal de “La Bohème”.
CARRERA A LA FAMA
Después de tres años en Suiza y uno en la ópera de Bremen, regresó a Barcelona en 1962, donde debutó en el Liceo, antes de dar el salto a La Scala de Milán y Ciudad de México.
La consagración de su carrera internacional llegó en 1965, cuando fue invitada a sustituir a Marilyn Horne en el Carnegie Hall de Nueva York.
Con su interpretación de Margarita en “Fausto” ese mismo año en el Metropolitan Opera neoyorquino, se convirtió en una de las sopranos más admiradas del mundo, recibiendo el apoyo de la diva de las divas, Maria Callas.
La carrera de la cantante lírica perdió fuerza en los años 70 y primeros 80, aquejada de varios problemas físicos.
En 1987, traspasó las fronteras de la ópera con el dueto “Barcelona” con el solista de Queen, Freddie Mercury, elegido por el Comité Olímpico Español como himno oficial de los Juegos Olímpicos que se celebraron en la capital catalana en 1992.
“Barcelona” hizo que llegara a un público más amplio y más joven, y solo la muerte de Mercury – con quien forjó una gran amistad – en noviembre de 1991 impidió que ambos la interpretaran en la ceremonia inaugural de los Juegos.
Caballé siguió interpretando todo tipo de papeles, asegurando que “seguiría cantando hasta que no sienta que hago el ridículo” y manteniendo los nervios y la pasión de los primeros años.
Josep Carreras, uno de los tenores españoles más reconocidos, recordó a la Caballé en una entrevista telefónica el sábado, destacando su gran voz y magnífica técnica bucal.
“De todas las sopranos que he escuchado en vivo en el teatro, no he escuchado nunca a nadie cantar como Caballé”, destacó en declaraciones a Catalunya Ràdio.
Alejada de los focos en los últimos años, Caballé acaparó titulares en 2015 cuando pactó una multa de 250.000 euros y una condenada a seis meses de prisión por fraude fiscal.
Casada desde 1964 con el tenor Bernabé Martí, que se convirtió en su principal apoyo, tuvo dos hijos, Bernabé y Montserrat Martí, que también se ha dedicado a la ópera como soprano y con la que actuó en varias ocasiones.