El debate sobre una reforma constitucional que permita al presidente Danilo Medina optar a un tercer mandato en los comicios de 2020 acaparó este año la atención política en República Dominicana.
Tras la aprobación este año de la ley de partidos y agrupaciones políticas, que fija el método de elección de los candidatos presidenciales, uno de los temas centrales de la discusión política en el país ha girado sobre si Danilo Medina optará o no por una tercera reelección.
La controversia se mantiene ya que Medina, quien llegó al poder en 2012 y resultó reelegido cuatro años más tarde tras una modificación constitucional en 2015, ha dicho que no será hasta marzo del próximo año cuando fije posición sobre una eventual reelección.
Con la actual Constitución, Medina no puede presentarse ni a un tercer mandato consecutivo ni a ningún otro período, lo que a juicio de varios funcionarios del Gobierno es injusto y discriminatorio porque, sin embargo, no impide que puedan presentarse a los próximos comicios los expresidentes Leonel Fernández, que ha gobernado en tres periodos (1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012), e Hipólito Mejía (2000-2004).
Para que Medina pueda presentarse a unas nuevas elecciones tiene que superar además la oposición de un sector del gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que apuesta por una candidatura presidencial de Fernández en los próximos comicios.
En el seno del PLD, que llegó al poder por primera vez en 1996 y que gobierna ininterrumpidamente desde el 2004, también hay voces discrepantes sobre una reforma constitucional que permita la reelección de Medina, por lo que la unidad de ese partido se pondrá a prueba el próximo año.
Tanto Hipólito Mejía, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), principal de la oposición, como Leonel Fernández, presidente del PLD, ya han lanzado sus precandidaturas presidenciales, aunque no será hasta octubre de 2019 cuando sus partidos elijan en primarias a sus candidatos presidenciales. Sin embargo, para los dominicanos las principales preocupaciones son la delincuencia, el desempleo, el costo de la vida y la corrupción, según la encuesta nacional de 2017, presentada este mes por la Oficina Nacional de Estadística.
Pese a que el crecimiento económico de la República Dominicana ha sido uno de los más fuertes en América Latina y el Caribe en los últimos años y se espera que este año supere el 6%, la pobreza sigue cercana al 26%. Otro de los frentes abiertos que tiene la República Dominicana son los escándalos de corrupción.
El caso de Odebrecht, que admitió haber pagado 92 millones de dólares en sobornos en la República Dominicana entre 2001 y 2014, ha afectado la imagen del Gobierno de Medina y ha originado una movilización sin precedentes en el país contra la corrupción encabezado por el colectivo social “Marcha Verde”. Por este caso, están imputados siete políticos y empresarios pero su camino en la justicia todavía está en la fase de la audiencia preliminar.
En el terreno internacional, República Dominicana decidió este año dar un giro en su política exterior al romper sus históricos lazos con Taiwán y establecer relaciones con China, país con el que ya registraba un intercambio comercial por importe de unos 2.000 millones de dólares.
La decisión fue recibida con entusiasmo por los principales gremios empresariales, que desde hace varios años habían pedido al gobierno dominicano un mayor acercamiento diplomático, comercial y económico con China.
República Dominicana también dedicó esfuerzos al diálogo entre el Gobierno y la oposición de Venezuela, como anfitrión de unas conversaciones que culminaron sin éxito en febrero pasado tras varias rondas que se iniciaron en septiembre de 2017. Por primera vez en su historia, a partir de enero del próximo año la República Dominicana será miembro del Consejo de Seguridad para el bienio 2019-2020, tras ser elegida el pasado mes de junio con un amplio respaldo para ocupar uno de los asientos de Latinoamérica y el Caribe.