Cuenta Freddy Aguasvivas en su best seller, Todas las posibilidades, que el 17 de mayo de 2000, todos los peledeístas, adoloridos por la derrota, querían ir donde Leonel para discutir el tema, llorar las amarguras, recibir consuelos. Cada personaje que llegaba tenía la cabeza más baja que el anterior, sufrían, lloraban, no Leonel. El León estaba sonriente, alegre y a su lado una enorme compañía, clásica, verde y floreciente.
Ramoncito Báez, el donador presidencial de Baninter, le entregaba un cheque por el valor de 25 millones.
Leonel estaba que hasta los sudores le sonreían, una donación de esa naturaleza abría todas las
posibilidades. Hamlet Hermann llegó entre los llorones, pero Leonel le detuvo las gordas lágrimas con un canto de alegría, con un himno de cheque y muchas papeletas de sabor. Le enseñó, le mostró la nota bancaria y le dijo: ¡Mire profesor, ya tenemos el dinero para empezar la construcción del edificio de la
Global…!Y no se habló más de derrota, había perdido Danilo Medina, no Leonel Fernández.
Cuando estalla el desfalco de Baninter, Leonel, uno de los principales recibidores del dinero que se fue por el hoyo, asume la defensa de los banqueros y acusa al presidente Mejía de ser un burro que andaba corcoveando por toda la nación, de ser un burro que no sirve pa´ carretón. La verdad que Mejía se benefició, muy bien, pero él no acepta esa vagabundería de pagar deudas.
Le contratan la banda de los Castillos para que asuman la defensa de los desfalcadores ante los tribunales y estos, con el difamador a la cabeza, hacen todo un show que le cuesta a los ladrones y a la Nación, millones de dólares. Pero, los organismos internacionales que habían monitoreado los robos bancarios sabían cómo se habían estructurado las mafias bancarias en el país, y sabían que no era sólo Baninter, sino que el conjunto estaba integrado por gente muy ladronas, familias que tenían mas de dos siglos robando bajo la absoluta y total protección del Estado, que para eso compran a los presidentes. Los Báez, los Pelleranos, los Castillos, los Álvarez Renta…son ramas de un mismo árbol.
Y los pataleos de Leonel, todos falsos, pero bien justificados, bien “pagaos”, junto a los pataleos del mulo que no corcovea, el Temo Montas, y los costosos pataleos de la banda Castillo no pudieron derrotar a la embajada americana: hoy los banqueros, nuestras ilustres familias, muerto ya Florián, son los reyes de Najayo.
El pacto firmado entre Leonel Fernández y Miguel Vargas Mal donado, además de todas las bondades políticas que se les atribuyen, de reestablecer el corrompido sistema de elecciones unificadas, posee un ingrediente no escrito que fue celebrado como una navidad en el reinado de Najayo: Como Leonel no tiene que temer a la opinión pública, pues no “irá a la reelección”, ha llegado el momento de pagar la deuda pendiente y emitir el perdón presidencial a nuestros honorables banqueros, cerebros que no pueden estar desperdiciándose en un reino tan pequeño y de uso tan limitado como Najayo.
Usted puede estar seguro de que ya nuestros mejores publicistas están trabajando en un modelo de campaña que logre ablandar la opinión pública y permita el ejercicio de un perdón que no traiga muchos traumas. Ahora hay que ser más cuidadoso pues el perdón de aquella famosa banquera, de cuyo nombre no quiero acordares, le salió muy caro a Palacio. El derrumbe en la credibilidad de Leonel fue espantoso, tanto así que obligaron al mandatario a salir públicamente en su defensa, y aun así no pudo detener la hemorragia, llegando a perder, se asegura, puntos que son de dos dígitos, cifra que a cualquier gobernante le quitan el sueño, le dan pesadillas, lo atormentan durante el almuerzo.
Pero, ahora se puede ejercer el perdón presidencial, pagar la vieja deuda, sin temerle a una caída en los números, sin aterrorizarse porque se produzca un derrumbe en la popularidad, sin temblar porque bajen los niveles de credibilidad, sino que un desplome de estos parámetros políticos beneficia sus planes pues asegura la derrota electoral del PLD y alimenta la idea de que “sólo con Leonel se gana”, renaciendo con ello, vigorosamente, la propaganda del retorno en el 2016. ¿Quién, en la ya programada campaña electoral del 2016, podrá hacerle daño a Leonel recordándole al país que en 2009 perdonó al conjunto de ladrones más grande que ha tenido la República?
Por el lado de la cera del frente, específicamente del PRD, si a eso se le puede llamar oposición, no se hagan ilusiones creyendo que habrá una negativa a respaldar el perdón presidencial. Vargas Mal donado es un hombre de negocios, como nuestros banqueros, tan ilustre y distinguido como ellos, y estando en un bon político no se va a crear problemas con familias tan prestigiosas, que pueden joderlo. Si algo se dirá, se le dejará al Taliban de Alburquerque, para que exprese algunas opiniones, llenas de odio, que hagan más daño a quien las pronuncia que contra quienes las dice.
Por lo pronto, los prestigiosos banqueros de Najayo ensayan escribiendo algunos versos que, para satisfacer los apetitos espirituales del mandatario, deben tener algún sabor a Neruda y deben cantar:
“Este cuerpo de banquero apresado te reclama
no dejes que este Najayo
que niega a mis ojos la salvaje libertad
se llene de la hora de la venganza.
Espero, aunque sea tu voz lenta y triste.
Tú, con tu pluma mortal
puedes devolverles a los situados viejos ejes del crepúsculo
las alas caídas del racimo”.
