De momento, Pacquiao, de 40 años, cumplió con la promesa de que todavía puede hacer cosas importantes sobre el cuadrilátero y lo demostró ante un rival al que no le dio ninguna opción de luchar por el título.
Aunque ya no tiene la fuerza abrumadora que poseía hace 10 años en cada pelea que protagonizaba, ante Broner, el campeón del mundo en ocho categorías diferentes, hizo gala de un gran nivel de forma, excelente boxeo y poder en sus puños en la primera defensa del último título que había conseguido.
Además, Pacquiao sigue teniendo un gran respaldo por parte de los aficionados ya que 13.025 acudieron al MGM Grand Garden Arena para presenciar la pelea frente a Broner.
Fue e mismo escenario, donde Pacquiao hizo su debut en Estados Unidos hace 18 años, y de nuevo lo apoyaron tras comprobar que el campeón filipino les obsequió con su mejor repertorio, de rapidez, pleno de habilidades y también de poder en sus puños, que pusieron varias veces a Broner, de 29 años, en apuros.
También los tres jueces del combate, pactado a 12 asaltos, vieron a Pacquiao como claro vencedor con unas cartulinas finales de 117-111, 116-112 y 116-112.
Pacquiao, que el pasado julio ganó el titulo del peso welter (AMB) por nocáut -el primero en nueve años- en el séptimo asalto frente al argentino Lucas Matthysse, en Kuala Luumpur (Malasia), lo defendió por primera vez.
La victoria frente a Matthysse le preparó el escenario para su regreso a los Estados Unidos por primera vez en 26 meses para enfrentarse a Broner que, como se esperaba fue el “calentamiento” para la “revancha” frente a Mayweather Jr..
Ambos púgiles protagonizaron en el 2015 la pelea de unificación del título welter que ganó con polémica Mayweather Jr. y que generó el mayor ingreso de dinero en la historia del boxeo con 600 millones de dólares recaudados.
Mayweather Jr., como uno de los promotores de la velada, estuvo en primera fila y, sin duda, miró detenidamente a Pacquiao al considerar la posibilidad de una revancha de la que él y Pacquiao hablaron en Japón, el pasado septiembre, durante una reunión informal.
Mayweather Jr. (50-0, 27 KOs), que cumple 42 años el próximo mes, pudo ver que Pacquiao muestra su todavía considerable velocidad de pies y manos a lo largo de todo el combate.
Pacquiao entró y salió agresivo sin dar respiro a Broner al que le conectó múltiples golpes nítidos al cuerpo y a la cabeza del púgil estadounidense.
“Me siento muy feliz porque hice mi mejor esfuerzo en la lucha y en el entrenamiento. Gracias a Dios por esta victoria”, declaró Pacquiao.
“Estoy muy feliz porque Dios me dio esta buena salud. A la edad de 40 años, todavía puedo dar lo mejor de mí”, aseguró.
Pacquiao destacó que podría haber sido más agresivo, pero que desde la esquina le pidieron que dosificase fuerzas y sobre todo que no tuviese ningún descuido.
Pacquiao, también senador en Filipinas, afirmó que una lesión en el hombro derecho en la pelea con Mayweather Jr. lo mermó y que por ello quería otra oportunidad.
“Dígale que regrese al ring y que pelearemos. Estoy dispuesto a pelear con Floyd Mayweather de nuevo, si está dispuesto a volver al boxeo”, agregó el campeón filipino.