“Cuando el ojo de una persona dice una cosa, su lengua dice otra y su corazón otra distinta, estamos ante un tipo que no sirve para nada”.
Mahatma Gandhi en esta enseñanza nos trae a meditar. He pensado que en el ser humano realmente hay una gran realidad, una inmensa diferencia en lo que es, lo que hace, y más inclina en el hacer y esto depende de lo que es.
La corrupción de los farsantes y tránsfugas que crean una vida infrahumana, están en su propia perversidad y tendrán su consecuencia inevitable en la ley de Dios.
Los tropiezos nos han demostrado lo más difícil d la vida es ser lo que realmente soy. Y en esta senectud actuó en completa libertad. Se fue el plan de Dios en la creación del hombre.
Hay políticos que nadie les cree aunque digan una verdad. Si le crees a un tránsfuga estas tarado.
La juventud rebosa de amigos, en la senectud se está solo ya “eres obsoleto”, molestas.
En la juventud vivía para estudiar, en la senectud para aprender.
El político corrupto no es hombre, no sabe na. No ejerce amar que es ir a Dios.
Prefiero el libro, no se niega, la enciclopedia eléctrica se apaga.
Cuando el politicastro habla oculta la verdad. Los hechos son la verdad. El juicio histórico Odebrecht-Soborno, desenmascarar aunque sea un sainete.
Consérvese bueno.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana