Lo peor en las vidas de Popy Lee y Tomás Montero, no es, precisamente el hambre que pueda abatir sus cuerpos longevos y maltratados; sino la impotencia ante lo inevitable y ese sentimiento desolador que azota a quienes en la tercera edad, lejos de abrazar la paz del merecido descanso, sufren la falta de trabajo y el desalojo en las inmediaciones donde se quiere levantar la cementera, en el Parque Nacional Los Haitises.
Se dice fácil: “busquen donde ir…” Pero, ¿hacia dónde mirar cuando se ha sembrado la mirada en esa zona de Los Arroyos, municipio de Gonzalo, en Monte Plata y por más de medio siglo han visto cada amanecer en lo que consideran su hogar?
¿Qué hacer? ¿Hacia dónde ir? Habrán pensado los encargados de la construcción de la cementera en sus padres y ancestros, cuando apenas les ofertaron 30 días para salir del lugar o de lo contrario, sacarlos por la fuerza.
¿Cuánta fuerza habrá que emplear para empujar de su mísero hogar a un anciano, pleno de las cicatrices y quebrantos de cuatro décadas de zafras, mal atendido y buscando el mendrugo diario?
La triste historia de estos ancianos que desalojarán como consecuencia del proyecto de la cementera en los Hatises, fue escuchada y grabada por el equipo de periodistas de DominicanosHoy.com.
La impotencia se hace eco cuando abarrota las almas. En los sucios barracones, en las precarias casuchas quedaron Popy, Tomás y los otros. Más allá del cáncer terminal, del cuerpo y la mirada enferma, de los tantos padecimientos, el alma se extingue con el peor de los males: sufrimiento y abandono.
Son verdaderamente dolorosas las imágenes de los ancianos entrevistados en la zona de Los Arroyos, “justamente, donde se pretende construir la cementera y de donde deben salir, sin tener ningún lugar a dónde ir”.
DominicanosHoy espera que quienes tienen el poder se estremezcan con este trabajo. Ojalá, así sea.
