Un número considerable de hogares con pocos ingresos económicos mensuales están confrontando problemas para conseguir cupo a nuevos estudiantes en las escuelas públicas del país, en franca violación a la Constitución, pero que no quita el sueño a las autoridades responsables del sistema educativo.
La denuncia no es nueva, es externada por los padres en tiempos de inscripciones en las escuelas públicas y se acentúa cada año, porque las autoridades no previenen esa situación.
También sigue siendo preocupación de los padres cada año, y este no es la excepción, la obligación al pago de RD$300 al momento de inscribir sus hijos, alegadamente para el mantenimiento de los centros educativos.
“Esto puede interpretarse como negación de los derechos a estudiar. Aunque la falta de aulas afecta todo el país, la peor parte es para los niños con edad de iniciar la educación primaria en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo”, explicaron padres consultados.
Aunque las labores en las oficinas públicas inician a las 8:00 de la mañana, desde la 6:00 miles de padres pobres libran una lucha sin cuartel para lograr un cupo en una de las escuelas públicas de su sector, hazaña que pocos han logrado este año.
Informes llegados a DominicanosHoy.com hablan de algunos padres que han conseguido inscribir sus hijos por primera vez en una escuela pública, “gracias a la relación amistosa con la directora del centro escolar o un profesor”.
Mientras que directores de centros educativos consultados alegan que toman la medida de no aceptar nuevos ingresos, luego de tener una sobrepoblación de hasta 80 estudiantes por aulas.
La Constitución dominicana es muy específica cuando habla del deber que tiene el Estado de garantizar educación gratuita a sus ciudadanos.
El 16 del artículo 8 de la Carta Magna expresa que “La educación primaria es y será obligatoria. Es deber del Estado proporcionar la educación fundamental a todos los habitantes del territorio nacional y tomar las providencias necesarias para eliminar el analfabetismo”.
La falta de aulas, profesores y butacas en las escuelas públicas dominicanas, son carencias que se denuncian cada año, pero pocos son los esfuerzos que hacen las autoridades para resolver esa situación.
DominicanosHoy.com ha realizado una serie de reportajes sobre el estado de la educación dominicana, donde los lectores han podido observar cuadros tan conmovedores como niños tomando clases en el piso, al aire libre y en blocks.
Un recién informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) indica que la República Dominicana ostenta el penúltimo lugar en porcentaje de inversión en educación en proporción al Producto Interno Bruto (PIB).
Explica que la inversión del gobierno dominicano en la formación de sus ciudadanos ha sido pobre e insuficiente, a nivel promedio un 1.8%, siendo la media del continente un 4.6% y donde el porcentaje más alto corresponde a Cuba con un 9.8%.
Otro estudio de la Corporación de los Desafíos del Milenio de los Estados Unidos, revela que República Dominicana destina un 37% menos en educación primaria, que el resto de los países de similar renta per cápita.
Las autoridades educativa dominicana anunciaron que este ano destinarían a la educación el 2.4% del PIB, lo que incluye educación básica y superior, cuando por ley deberíamos invertir 5% del PIB.
Las debilidades en el sistema educativo dominicano no sólo abarca la falta de recursos económicos, de aulas, profesores y butacas. Un informe de la entidad Acción para la Educación (EDUCA) revela datos sorprendente sobre el poco tiempo que se dedica docencia en los centros de el tiempo real neto dedicado a docencia, después de haber restado el período dedicado a otras actividades, entre ellas desayuno, ceremonia de inicio, entrada a las aulas, recreo, oscila entre 2 a 3.29 horas de clases al día (Informe sobre el Cumplimiento del Calendario de Clases
Asimismo, Un estudio de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo revela que en República Dominicana existe una población adulta analfabeta de más de un 15.6% y un porcentaje de 8.3% de jóvenes entre 15 y 24 años de edad (Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo 2007).
