El juez Alejandro Vargas, cuando la justicia no trata igual a los iguales, la ley carece de fuerza y nunca será suficiente la honrada intención para decidir con eficiencia.
Al Sr. juez Alejandro Vargas cuando se presentó ante la comisión que escucha a los candidatos a jueces de la suprema corte de justicia, su expresiva serenidad me mostró que la perfección moral lleva a la claridad de la inteligencia y la claridad de la inteligencia lleva a la perfección moral. Su inteligencia le permite ver su futuro. El entiende la ley en sentido platónico, pues reglamentan el conjunto de la vida ética y política de los ciudadanos. Y me y me recordó a Cicerón tratando de justificar su tesis sobre las leyes “hemos nacido para la justicia y que el derecho no se funda en convenciones”, insistiendo en el carácter necesario de la sociedad humana.
El carácter del juez Alejandro Vargas me puso a pensar después que fue entrevistado y recordé que Cicerón conversando con su buen amigo Pomponeo Ático, le dice: “llegamos a la conclusión de que la naturaleza nos hizo para participar todos del derecho y poseerlo en común, y tal es el sentido que en este discurso atribuyo al derecho cuando digo que se funda en la naturaleza, pero es tanta la corrupción nacida de las malas costumbres, que apaga lo que podríamos llamar las chipas que nos dio la naturaleza, fomentando y reforzando los vicios contrarios”.
Si los hombre conformaran sus juicios a la naturaleza y opinaran con el poeta que “nada humano le es ajeno”, todos respetaría por igual el derecho, pues los que recibieron la recta razón en el campo del mando y de la prohibición, y si recibieron la ley también recibieron el derecho, ahora bien, como la razón se dio a todos resulta que todos recibieron el derecho, por eso Sócrates tenia buenos motivos para maldecir- como solía hacer al primero que separo la utilidad del derecho y para lamenta lo que había sido, según el principio de todas las desgracias».
Los dejo con Platón en su república: “Los seres inteligibles no solo reciben del bien su inteligibilidad si no aun un ser y su esencia, pero el mismo bien no es una esencia sino algo mucho más allá de la esencia en dignidad y en poder”.
Consérvese bueno.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana