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Meditabundo: Pensando en voz alta

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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Amar, practicar, vivir el amor de patricia Duartiano, el dominicano seria el ser humano más feliz de la tierra. Vivir para los demás es como lo hizo Duarte. Necesitamos hombres sanados, hombres educados para servir al Estado, ejercer funciones rodeado de una casa de cristal que la constitución y leyes sean respetadas comenzando con no violar, ejercer el peculado.

Cuando estoy en estos pensares las oxidantes neuronas presentan a Scaevola diciéndole a su discípulo Masco Tulio Cicerón: “La ley es un asno que solo se permite montarlo al gobierno”.

Cuando observamos la mancha verde por la televisión concebí el dominicano está sufriendo demasiados males. Hay que vencerlos haciendo lo correcto, que los violadores a sus obligaciones asumidas comprendan que nadie ha podido ni podrá borrar lo que hizo violando la ley natural y las creadas por las creadas por los hombres. El mal que se hace se paga. Es ley de Dios.

El principal mal del dominicano es que actúa contra la ley intemporal, la la divina. El materialismo le ha sobado el amor que Dios le da y solo piensa en tener más, más de lo necesario. Ignora la felicidad de la ley natural del despego.

Leemos en el génesis 12.2 engrandeceré tu nombre y de ti una bendición rogamos a Dios así sea con un dominicano en la fe y amor de patria y nos guíe basado en el Decálogo Duartiano.

Los dejo con el gran hijo de Cuba. José Martí. En la justicia no cabe demora, quien retarda su cumplimiento la vuelve contra sí.

Consérvese bueno.

El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana

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