“Este periódico vale 10 cheles, pero si usted da más por él, se lo agradecemos”. Así reza una promoción del periódico Vanguardia del Pueblo, cuando recién comenzaba a circular, denunciando males sociales. El nacimiento del semanario Vanguardia del Pueblo creó una nueva escuela en la comunicación política de denuncias, al punto que se habla de un antes y un después de la salida a las calles del periódico ideado y dirigido magistralmente por el profesor Juan Bosch.
Pero, ¿Qué contenía la primera edición? Aquí presentamos los temas que, con gran dinamismo, trajo este periódico. Salió a la luz pública el 15 de agosto de 1974. Su editorial fue titulado “Golpeando la puerta”, explicando que el semanario llegará a todos los miembros y simpatizantes del Partido de la Libración Dominicana (PLD) en el país y todo el mundo.
“Aquí estoy. Vengo a traerte el mensaje del Partido para que se lo lleves a todos los dominicanos a quienes conoces y tratas. …Vanguardia del Pueblo golpea la puerta para decirte: llévame donde tus amigos, donde tus conocidos y has que me compren no me regales, porque soy el fruto del trabajo de muchos peledeístas y en mi se haya la esencia del pensamiento del Partido”, dice un fragmento del editorial.
Trae una información denominada “A precio de baratillo”. Narra un conflicto entre dos dirigentes políticos que se acusan mutuamente de venderse al Gobierno. El redactor de la información dice que “cuando pelean las comadres, se sabe lo que hicieron los compadres”.
También aparece en esta edición un reportaje sobre “El libro póstumo de Pablo Neruda” (premio Nobel de Literatura en 1971) y una entrevista a doble página al profesor Bosch. Además trata sobre el escándalo que llevó al presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, al banquillo de los acusados. Éste terminó renunciando a su cargo.
Aparece una información con el título “Eso se llama vagabundería”. Afirma que esa es la forma llana de hablar del pueblo dominicano para reprochar una actitud o conducta irresponsable, como la del director de Instituto Nacional de Estabilización de Precios (Inespre) de ese momento, Luis H. Suárez. En ese artículo Vanguardia salió en defensa del interés nacional y denunció que éste funcionario obligaba a los productores dominicanos a vender el quintal de arroz a los molineros a 16 pesos, pero al mismo tiempo Inespre compraba el arroz a los productores de Lousiana, Estados Unidos, a 32 pesos. Es decir, que les pagaba el doble a los extranjeros en desmedro del productor de República Dominicana.
Sostiene que si el director de Inespre “nació en territorio de Estados Unidos se justifica como un acto patriótico para alguien originario de Norteamérica, pero si nació en República Dominicana eso se llama vagabundería”.
“Con que conspirando ¿No?” Es el titular de una información, refiriéndose a una denuncia del general Omar Torrijo, jefe militar panameño, que la empresa bananera norteamericana Standard Fruit estaba conspirando contra los gobiernos de su país, Honduras y Costa Rica. Apuntaba que esa empresa tenía más de 40 años acumulando riqueza, pero que los pueblos centroamericanos donde operaba estaban sumidos en la más cruel miseria e ignorancia.
Otros titulares que contenía el dinámico periódico eran “El hombre la botó”, “¡Concho, pero que país!”, “Si, pero…” y “El compañero Bosch visita San Pedro de Macorís”.