Los diputados Alejandro Montás, Ito Bisonó y Ángel Acosta han sometido al Congreso Nacional un proyecto de ley que atenta directamente contra la seguridad social y la propia existencia de más de 400 mil trabajadores de la construcción con que cuenta el país.
De hecho, estos legisladores, aparentemente han sido sorprendidos en su buena fe, ya que se trata de una iniciativa que en sentido general persigue un bien social de primerisma importancia para la República Dominicana.
Sin embargo, insistimos en que estos congresistas fueron sorprendidos en su buena fe, porque intereses mezquinos les impulsaron a incluir, sin ningún tipo de razonamiento lógico ni humano, un artículo 31, sin acápites que persiguen eliminar el único instrumento de Seguridad Social con que cuentan los trabajadores de la Construcción, el FOPEJURASICO.
Se trata de un proyecto de ley que en principio fue elaborado en el año 2005, por un sector del empresariado de la construcción, el cual luego decidió agruparse en ACOPROVI con el objetivo de eliminar ese organismo, para no pagar la deuda que mantienen con la ley 6-86, que ya se encuentra próximo a los 3 mil millones de pesos.
Sin embargo, quienes mantienen la aptitud de rechazo a la permanencia del Fondo de Pensiones y Jubilaciones de los Trabajadores de la Construcción, desconocen que el modelo de ese organismo ha sido y está siendo copiado por otras naciones del continente, debido a los excelentes resultados que ha tenido en nuestro país y sobre todo por las condiciones de informalidad laboral en que se desenvuelven los obreros de la construcción en todas partes del mundo.
Por esas razones fue que el legislador utilizó su sapiencia y permitió que a través del nuevo régimen de Seguridad Social, amparado en la ley 87-01 se garantizara la existencia del FOPEJUTRASICO y otros fondos especializados como: el Instituto de Protección y Previsión Social del Periodista (IPPP), el Fondo de Desarrollo Social de los Trabajadores Portuarios y otros contra los que ningún sector se oponen a que continúen ofreciendo sus servicios a la clases obrera o profesional que representan.
De ahí es que aprovechamos la ocasión para hacer un vehemente llamado a los diputados Alejandro Montás, del PLD, por el Distrito Nacional, Ito Bisonó, del PRSC, del Distrito Nacional y a Ángel Acosta, del PRD por la provincia de Santiago, a que retiren ese funesto articulo 31 del proyecto de ley de Fomento de las Viviendas para que en el futuro no carguen con el peso de la conciencia, por haber causado un gran mal a la clase trabajadora de nuestro país, que seria lo mismo que asestarle un duro golpe a los derechos humanos que todos condenamos.
De esta manera, estos brillantes y productivos legisladores estarían dando una gran demostración del verdadero papel que debe realizar un congresista a favor de su pueblo, ya que la inmensa mayoría de la población de una nación, se encuentra conformada por su clase trabajadora.
Sería, por demás, altamente penoso que a legisladores que cuentan con un futuro inmenso, preñado de éxitos en el campo de la política, alguien de repente le pueda estigmatizar con el mote de ¨ Aniquiladores de la clase trabajadora dominicana¨. Señores legisladores, jamás permitan eso, sigan siendo buenos y valiosos patriotas, que es lo que necesita el país.