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Ocho y más, contra el hambre

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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La humanidad celebra cada 11 de julio el “Día Mundial de la Población” desde 1987, fecha que fue escogida en la Sede de las Naciones Unidas, pues en tal momento la cifra de habitantes del orbe ascendió a cinco billones.

Veintidós años después, el mundo ha crecido en casi dos mil millones de habitantes, para llegar a seis billones, setecientos setenta millones, dieciocho mil setecientos y, según datos de la FAO acerca de la alimentación, el hambre alcanza este año 2009, el récord histórico de 1, 020 millones de personas que la padecen a diario, casi una sexta parte de la humanidad.

Precisamente, fueron el hambre y la reducción de sus emisiones de CO2 en un 80 por ciento para 2050, temas que estuvieron entre los debates del G-8, cuya cumbre concluyó en la ciudad italiana L’Aquila, devastada a inicios de abril por un sismo que dejó alrededor de 300 muertos.

El compromiso de donar 20.000 millones de dólares contra el hambre, parece imprimir algo de energía en una batalla que debió comenzar hace mucho tiempo.

Los G-8 (EEUU, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá y Rusia) conversaron con varios países africanos y decidieron llevar a cabo esta financiación, que no satisface la demanda debido a la agudización de la hambruna y desnutrición, sobre todo en los países pobres; pero, que para el Fondo Internacional de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Agricultura (IFAD), significa un paso de avance, en la medida en que este tópico se ha integrado a la agenda.

De todos modos, el G-8 está pensando en ampliarse y, por lo tanto, “ser más representativo”. Esto piensan los grandes, mientras que el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se declara "insatisfecho" por la falta de acuerdo sobre la reducción de emisiones”; en tanto que los emergentes reclaman “más poder de decisión en el Fondo Monetario Internacional (FMI), que está actuando como ambulancia de los países más golpeados por la crisis."

De un lado y de otro se conversa en cumbres y se propician los debates; mientras, el aire sigue intoxicado por gases tóxicos ambientales y el espectro fantasmagórico del hambre avanza por las tierras de este mundo…

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