SAN LUIS.- Este Juego de Estrellas tiene nombre y apellido: Albert Pujols.
El dominicano es el hijo predilecto de San Luis, una ciudad donde el béisbol se transpira con excesiva pasión y en donde el clásico de mitad de temporada se disputará este martes por primera vez desde 1966.
Pujols es el referente indiscutido de los Cardenales, el mejor pelotero de la actualidad y a quien el presidente Barack Obama lanzará la primera bola.
Se puede decir que el astro de 29 años es el rostro de la edición 80 del partido, lo propio para una bateador que desde su debut en 2001 no ha tenido una sola temporada disonante para erigirse como un modelo de constancia portentosa.
Puede convertirse en el primer jugador que consigue la Triple Corona de bateo desde que Carl Yaztrzemski de Boston lo logró en 1967.
Sus posibilidades son excelentes al liderar en jonrones (32 y ocho sobre sus dos escoltas inmediatos) y carreras impulsadas (87). Más complicado lo tienen en cuanto a promedio, ya que con .332 está a 17 puntos atrás de su compatriota Hanley Ramírez, el líder de la estadística en la Liga Nacional.
El año pasado ganó el premio al Jugador Más Valioso con una temporada en la que bateó para .357 y disparó 37 jonrones, una campaña que ya era catalogada como una de las mejores en la historia en cuanto a lo individual. Pues sólo faltan dos meses y medio y le faltan apenas cinco jonrones para eclipsar su total previo.
También lidera las categorías de embase (.456), carreras anotadas (73) y slugging (.723).
Ponerse a resaltar sus arrasadores números es un ejercicio que después de un par de minutos marea a cualquiera.
No por nada captó casi 5,4 millones de votos en su elección para su octavo clásico, la segunda mayor cantidad en la historia de las votaciones.
"Puede disparar jonrones por el jardín derecho, el izquierdo o el central. Por cualquier parte", afirmó Stan Musial, la leyenda viviente de los Cardenales que participó en 24 Juegos de Estrellas y en cuyo tributo hay dos estatuas en el Busch Stadium.