El Centro de Investigaciones Juan Montalvo expresó su preocupación por es el escenario económico y social de la República Dominicana, recordemos que todavía más de un 40% de la población se encuentra en situación de pobreza.
Sin embargo, los investigadores dicen que el gasto social se mantiene en una variación que tiende hacia la baja, en comparación con el gasto no social.
Justificaron su preocupación añadiendo que el Consejo Consultivo de la Sociedad Civil para el Gabinete de Políticas Sociales informó que los ingresos del gobierno disminuyeron en enero-marzo de 2009 de RD$9,564.4 millones (15%) frente a lo recaudado en el mismo período de 2008.
Esa disminución hizo que cayendo, a su vez, la inversión pública real en un 70% en comparación con igual trimestre del año pasado. Se agrega a esto un servicio de la deuda que alcanzará los 80 mil millones de pesos este año.
Todavía no se cumple la ley de Educación que establece un 4%, para el sector. Para este año, de acuerdo al plan decenal de educación, debimos haber invertido el 2.8% del PIB, pero aun en lo presupuestado en el año en curso (2.2%) no se alcanzarán estos montos.
A cinco meses de la “Cumbre por la Unidad Nacional ante la Crisis” (donde se acordó por consenso incrementar 4,200 millones de pesos al sector educación) esto todavía no se ha efectuado.
En el sector salud, los montos destinados en 2008 representan el 1.47% del PIB, un porcentaje similar al que teníamos en 1999.
En seguridad social. Se acordó en la Cumbre incrementar el régimen subsidiado en 500,000 afiliados, propuesta asumida por el Seguro Nacional de Salud (SENASA); pero los recursos todavía no llegan.
Los datos más recientes publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas, en su encuesta de ingresos y gasto de hogares 2007, revelan cifras preocupantes, al afirmar que del total de la población nacional sólo el 28.6% (2,676,158 de los habitantes) tienen seguros de salud: es decir, más del 70% de nuestra población carece de este importante servicio.
La situación del empleo se agrava todavía más con la crisis económica; los efectos de ésta sobre el turismo y zona franca han provocado grandes despidos, lo que se traduce, en los actuales momentos, en una baja del empleo y un incremento del desempleo, el que se sitúa en un 14%, duplicando el promedio de la región.
Otra preocupación en ese sentido es la calidad de las plazas actualmente disponibles, ya que la mayoría son empleos precarios, ofrecidos por el sector informal que en los actuales momentos es el mayor empleador.
Mujer y Empleo
Cuando hablamos de grupos altamente vulnerables, es importante prestar mayor atención a la situación laboral de la mujer. Esta sigue siendo discriminada a nivel de políticas públicas. El nivel de desempleo en las mujeres es dos veces mayor que el de los hombres.
El año 2008, el nivel de desempleo en los hombres era apenas de un 9.3% mientras el de las mujeres se situaba en un 25.4%, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT), del Banco Central. Esta situación se hace más distante en las escalas salariales más altas.
Todavía a nivel del salario promedio hombre-mujer, esta última sigue siendo menos recompensada. En seguridad social, por ejemplo, en el año 2007, la cantidad por sexo de afiliados a los fondos de pensiones, era menor la cantidad de mujeres afiliadas que la de hombres. Actualmente, la Secretaría de Trabajo junto a la Secretaría de la Juventud son las que reciben menos recursos económicos de las carteras del Estado.
Se agrega, también, la situación salarial ya que estos empleos no pueden apaliar los costos de una canasta básica (que supera los 18,000 pesos en promedio) aun con el acuerdo al que se llegó en el seno del Comité Nacional de Salario, de un 15%.
Otro de los servicios fundamentales es el tema eléctrico. Después de décadas de intentos de reformar el sistema eléctrico, nos encontramos con un Estado endeudado en más de 500 millones de dólares, una baja en la capacidad de generación de energía y, como si fuera poco, nuevos incrementos en la factura energética son de suma preocupación (para el Consejo Consultivo) los escándalos de corrupción denunciados en el sector ya que la corrupción impacta negativamente el área social imposibilitando también una mayor inversión.
Por eso no debe escatimarse esfuerzos en sancionar todo tipo de corrupción estatal, pues ésta representa un factor altamente relacionado con la situación de pobreza de nuestro país, por ello no es un tema aislado de nuestro sector.
Nuestra propuesta
El panorama social es altamente preocupante para el Consejo Consultivo. En ese sentido, entendemos que así como se hacen serias gestiones desde el Gabinete Social para aumentar el gasto en los programas sociales vigentes (solidaridad, comer es primero- entre otros-) de igual manera deben hacerse esfuerzos similares para que sean aumentados los recursos en los demás ámbitos del sector social.
Propusieron que a corto plazo se retomen las medidas propuestas en por los menos dos planes de austeridad planteados por el propio presidente. Hacer, en este sentido, un mayor esfuerzo que conlleve una inversión prioritaria, revisión de nóminas abultadas y gastos superfluos. Poner énfasis en la corrupción (tanto pública como privada evasión), cumplir con los pactos a nivel de presupuesto y así cumplir con metas en Educación, Salud, Seguridad Social y Empleo.
Piden a mediano plazo caminar hacia una protección del Sector Social, considerando las siguientes medidas:
1. Promover la aprobación de un Contrato o Pacto Social para protección presupuestaria del Gasto en Política Social y la inversión para el desarrollo humano.
2. Identificar y certificar los programas y proyectos sociales “prioritarios” en el presupuesto.
3. Fortalecer los mecanismos de control, seguimiento y evaluación de la ejecución del gasto público social.
4. Creemos que es necesario, en medio de este panorama, solicitar una mora del pago de la deuda, renegociar el pago de la deuda para incrementar la inversión social prioritaria. Llamamos, en este sentido, a la prudencia, que es cierto que el panorama es complicado y no podemos caer en una situación de endeudamiento público que nos coloque en escenarios más complejos.