Hoy lunes 24 de febrero de 2020 la situación política tiene principalmente a la juventud de ambos sexos en constante protesta en la que leo su valentía impulsada por el derecho natural de reclamar contra lo injusto, desconsiderado e intolerable. Es presencia de sus valores morales cimentados en su verdad. Estas demostraciones nos hace meditar y recuerdo a Nicolás Maquiavelo en su escrito. La teoría cíclica de la historia. Cito: “La monarquía tiende a la tiranía, la aristocracia se transforma en oligarquía y la democracia en anarquía, lo que lleva de nuevo a la monarquía”. Recordando haber leído acerca de la anarquía, decido abrir el diccionario de política. R. Garzaro.
Así entrego que es la anarquía. Forma degenerada de gobierno de la forma que es la democracia, según Hobbes en el capítulo XIX de “El leviatán”. Escribe este autor: “Quienes se encuentran agraviados bajo una democracia la llaman anarquía, que significa falta de gobierno”. Y agrega el mismo autor. “Pero yo me imagino que nadie cree que la falta de gobierno sea una especie de gobierno, ni, por la misma razón, puede creerse que el gobierno es de una clase cuando agrada, y de otra cuando los súbditos están disconformes con él o son suprimidos por los gobernantes”. Así, pues hay anarquía, cuando la autoridad constituida no es capaz de dirigir y controlar las distintas tendencias sociales y se produce una situación caótica”.
Dominicanos, dominicanas, como viejo que soy, nos sentimos en el deber de aconsejar, creemos que lo vivido entre los hermanos dominicanos. Les digo. En cada orto y ocaso menos conozco a los demás. Ante de elegir por quienes votar se debe saber como es su sicología y si ésta persona está preparada de los conocimientos para las funciones a ejercer y sumamente importante de sus hábitos, su moral.
Para mí la fe es el sol de nuestra patria, no me importa que me llamen soñador despierto. Nuestra historia nos enseña que en los momentos de contrariedades difíciles el dominicano sabe como actuar, hoy lo está demostrando con una juventud pura, valiente que la veo como el hombre y la dama del presente, no del futuro, como se cree. La patria que es la familia dominicana tendrá la bien merecida tranquilad. Nunca hemos estado solos. Nuestro padre de la patria Juan Pablo Duarte lo dejó grabado en la bella Bandera dominicana. Dios, Patria y Libertad. Duarte vive en el interior de nuestra naturaleza. Corazón, alma, espíritu y en la razón parte esencial del alma que nos une a Dios.
Concluyo con el sabio refrán que papá nos enseñó: “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”.
Nuestro invitado de hoy: Confucio. “No haga a los otros no que no te gustaría que te hicieran a ti”.
Consérvense bueno. Salud-alegría.