República Dominicana posee el más bajo porcentaje en la región de denuncias a culpables de explotación sexual comercial con menores, según refleja el Segundo Estudio de Tolerancia Social a la Explotación Sexual con Personas Menores de Edad en la Región Centroamericana, Panamá y República Dominicana.
El 71,2% de la población dominicana sabe dónde denunciar una situación de explotación sexual comercial, pero sólo una tercera parte pondría a la luz la culpabilidad del cliente explotador.
El Coordinador del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la Organización Internacional del Trabajo, Elías Dinzey, considera la realidad muy preocupante “si se contrastan estas respuestas con las de quienes denunciarían a la persona menor de edad”.
Estima el especialista que “da la sensación de un aumento de tolerancia al hecho delictivo o bien, que la población general puede asumir la explotación sexual comercial de las personas menores de edad como algo natural y cotidiano”.
De acuerdo al muestreo llevado a cabo, más de una, de cuatro personas, conoce los sitios donde se paga por sexo a niñas, niños y adolescentes, tienen certeza del delito; pero, no son capaces de realizar las denuncias pertinentes e iniciar una investigación a los responsables de tan viles actos.
La “denuncia a la persona menor de edad” oscila de un 8% en Honduras al 28% en la República Dominicana. Expone el documento y resalta que casi una quinta parte denunciaría a la “víctima ¿delincuente?”.
La pregunta es: “¿y cuál es el delito que se le está atribuyendo?”.
De manera que República Dominicana, junto a Costa Rica está entre las naciones donde la denuncia a la víctima tiende a aumentar más del triple. “Hay una revictimización de las personas que son explotadas sexualmente”.
Las respuestas acerca del por qué no se denuncian a los culpables oscilan entre “la desconfianza al sistema, se teme a las represalias o consideran que el asunto no es su problema”.
¿Anorexia, apatía? “La tendencia general de la población de la región es aumentar la respuesta relacionada con valores. Este incremento podría estar relacionado con la existencia de concepciones tradicionales sobre la sexualidad y la familia que aún encuentran eco en amplios sectores de la población, así como la persistencia de una visión conservadora centrada en la represión sexual, alentada por diferentes sectores sociales”.
En definitiva, el contenido del Segundo Estudio de Tolerancia Social a la Explotación Sexual con Personas Menores de Edad en la Región Centroamericana, Panamá y República Dominicana impone una mayor reflexión sobre el alto porcentaje de la población que conoce un delito de esta envergadura y se comporta de acuerdo a su dimensión.
Impone, además, una labor conjunta, donde los distintos sectores: educación, salud, la policía, el sector judicial, sindical, empresarial, turismo, hotelería y sobre todo, las autoridades que tienen en sus manos la gobernabilidad e institucionalidad del país concentren esfuerzos y se logre concientizar, educar y sobre todo, castigar de manera ejemplar y rotunda a quienes cometan el ignominioso ejercicio de la explotación sexual con niños, niñas y adolescentes.