El presidente de la Asociación de Profesionales y Procesadores de Agua (ASPA) defendió la calidad del agua al granel que se expende en el país, al tiempo que ofreció su respaldo a las medidas de supervisión dispuestas por la secretaría de Salud Pública.
Ramón Pérez Ferreras dijo que las empresas afiliadas a la ASPA cumplen con las normas nacionales e internacionales de estandarización de los sistemas reconocidos de ultra purificación, que garantizan agua de óptima calidad para la salud y el consumo humano.
Precisó que el sistema al granel es mundialmente utilizado para el transporte y comercialización de agua potable y alimentos líquidos de gran demanda para el consumidor directo, restaurantes y otros establecimientos, por la eficacia del sistema de calidad y el bajo costo.
“Las normas internacionales de control de calidad fueron establecidas en Estados Unidos, donde precisamente, se utiliza ampliamente el sistema de distribución a granel para agua y alimentos como leche, aceite y jugos”, destacó.
Pérez Ferreras hizo los señalamientos durante un encuentro para analizar la crisis del agua potable, en el hotel Lina, con la participación de decenas de técnicos y profesionales y más de 200 medianas y pequeñas empresas procesadoras de agua, que solicitaron su afiliación a la ASPA.
Durante el evento se acordó, además, crear una comisión para coordinar con la secretaría de Salud Pública y la dirección general de Normas y Sistemas de Calidad (DIGENOR), la supervisión periódica de todas las plantas procesadoras de agua del país y velar para que se cumplan en un 100% los requisitos establecidos.
Impacto social
La venta de agua al granel tiene un impacto social extraordinario en los sectores poblacionales más empobrecidos y de clase media, por su alta calidad, fácil accesibilidad y bajo costo.
La distribución se realiza en camiones de diferentes tamaños, con tanques especiales de acero inoxidable y dispositivos de control de calidad para el envasado y entrega.
Alrededor del 70% de la población de los núcleos urbanos del país, utiliza agua procesada al granel o en botellones, lo que representa más de 20,000 millones de pesos al año, informó Pérez Ferreras.
“Es una industria realmente importante para el país por su impacto económico, social y en la salud que todos debemos proteger y ese es, precisamente, el interés de la ASPA”, añadió.