Foz do Iguazú (Brasil).- La gripe A le ha sentado mal al turismo en las cataratas del río Iguazú, seleccionadas este mes entre las 28 mayores maravillas naturales del mundo y cuyo número de visitantes ya había mermado por la crisis mundial.
El número de personas que entre mayo y julio de este año visitó las famosas caídas de agua situadas en la frontera entre Brasil y Argentina cayó un 27 por cuiento frente al mismo período de 2008, según cálculos preliminares presentados a Efe por el secretario de Turismo de la ciudad brasileña de Foz do Iguazú, Felipe González.
Las cifras se refieren sólo al lado brasileño de la cortina de agua formada por cerca de 300 cascadas, ya que González desconoce los números de Argentina, en donde la gripe A ha tenido una mayor expansión y provocado más víctimas.
El flujo turístico ha caído debido a la fuerte propagación de la gripe en países como Argentina y Chile, de los que proceden gran parte de los turistas, y al temor de los brasileños de viajar a regiones supuestamente afectadas por la enfermedad.
Lo irónico es que, pese a su ubicación, en la frontera con Argentina, Foz do Iguazú hasta ahora ha registrado sólo una docena de casos confirmados de la enfermedad, en su gran mayoría de extranjeros que fueron atendidos cuando estaban de visita.
Foz do Iguazú, la ciudad brasileña en la triple frontera con Argentina y Paraguay y que también cuenta como atractivo turístico con Itaipú, la mayor hidroeléctrica del mundo en operación, es uno de los principales destinos turísticos de Brasil y el año pasado recibió 1,16 millones de visitantes, la mitad de ellos extranjeros.
Pese a que una visita al Parque Nacional de Iguazú, la reserva natural brasileña en la que están ubicadas las cataratas, puede sorprender debido a las filas en la entrada y en las terrazas de observación, las quejas de los hoteleros y transportadores de Foz do Iguazú dejan claro que las cifras no son las esperadas.
"Normalmente hago tres o cuatro viajes por semana para llevar hasta las cataratas a los turistas alojados en los hoteles de Foz, pero en el último mes apenas he realizado un viaje por semana", dijo a Efe Elton Weber, propietario de una furgoneta de transporte de turistas.
"Los hoteles están vacíos desde el agravamiento de la crisis económica mundial", anotó uno de los recepcionistas del hotel Mabu Thermas & Resort, un establecimiento de cinco estrellas en las afueras de Foz do Iguazú.
Las cifras del secretario de Turismo confirman esa decepción. Mientras que el número de turistas que visita las cataratas puede llegar hasta 10.000 en un buen día de alta temporada, el total de visitantes durante todo el último mes fue de 70.000.
"La gripe nos sorprendió cuando ya nos habíamos recuperado de crisis anteriores que afectaron severamente el turismo en Foz do Iguazú", agregó González.
La reducción del 27% en el flujo de turistas en tres meses sorprende a una ciudad que el año pasado registró un crecimiento del 9,3% en el número de visitantes, frente a los 1,06 millones de 2007.
González admitió que la crisis económica tuvo un fuerte impacto en el flujo de viajeros procedentes de Europa, Norteamérica y Asia.
Agregó que ese impacto fue atenuado con campañas para aumentar el turismo regional, es decir el procedente de los países vecinos y de los estados brasileños que están a menos de un día de viaje en automóvil.
Los turistas europeos fueron sustituidos por un mayor número de brasileños, argentinos, uruguayos y paraguayos. "Pero ahora la gripe afectó al turismo en general y encogió casi todos los destinos", aseguró.
El funcionario aclaró que no fue el posible temor a contraer la gripe en Foz do Iguazú el que afectó el turismo sino la expansión de la enfermedad en los países de los que proceden los turistas.
"El problema no está aquí. Los turistas no viajaron por la situación en que están sus propios países. Los argentinos no viajaron en la actual temporada, así como tampoco los uruguayos ni los chilenos", dijo.