El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Jaime David Fernández Mirabal, reconoció el derecho de quienes rechazan la instalación de una cementera en Gonzalo, bajo el argumento de que dañaría el medio ambiente y fuentes de agua subterráneas, y consideró que se podría trabajar unido para preservar el Parque Nacional Los Haitises y rescatar otros espacios naturales en peligro de extinción en República Dominicana.
“Proponemos una alianza entre empresarios, sectores sociales y medioambientales que hagan propuesta, nos alerten y ayuden. No todo lo que la Secretaria (de Medio Ambiente) haga es correcto. Muchas cosas que se hace allí no me guastan, pero hay que cumplir las leyes”, expreso Fernández Mirabal.
No obstante, el funcionario expresó que las contradicciones sobre el tema son el producto de los intereses encontrados, tras aclarar que “yo no soy cementero”.
Insistió en que en una eventual unidad, además de preservar el Parque Nacional Los Haitises, sea para rescatar los ríos Isabela y Ozama, o el parque mirador del Oeste, entre otros objetivos.
Por otra parte, Fernández Mirabal definió como “patriótica” la sentencia del Tribunal Superior de Tierra para que se devuelva al estado 12.5 millones de metros del Parque Nacional del Este, anulando los planos que adjudicaban los terrenos a la firma Inversiones Trubia S.A., de los españoles Carlos Sánchez y Andrés Liétor.
Aseguró que muchos bancos han sido estafados con títulos falsos de tierras comuneras, declaradas con testigos por ciudadanos y empresas que han pretendido y pretenden adueñarse de grandes porciones de áreas protegidas.
Asimismo, dijo que los haitianos que cruzan al país a quemar carbón para venderlo en su nación ponen en peligro esta zona. “Los haitianos están quemando incluso el Guaconejo, un árbol en peligro de extinción”.
Entiende que sería bueno desarrollar un programa denominado “vamos a sembrar un árbol en la frontera”, para que cada ciudadano vaya a la zona a plantar un arbolito.
Expresó que por el conuquismo y la quema criminal también hay problema, como en Neyba. “Hay serios problemas con la siembra de guandules y la ganadería abierta, para la siembra de yerba para ganado”.Planteó que en el país hay mucha conciencia individual sobre el tema ecológico, pero falta la voluntad colectiva para organizarse.