Los acontecimientos que se han estado produciendo en el sector de las Telecomunicaciones en la República Dominicana, ameritan de una atención especial por parte del órgano regulador, ante los disgustos que los mismos han estado creando entre los usuarios de los servicios que reciben por parte de las empresas telefónicas.
La falta de una prestadora estatal de Telecomunicaciones ha puesto en manos del sector privado el monopolio de los servicios que ofrecen las empresas del ramo a la población dominicana, y eso en nada ha favorecido a los usuarios los cuales son cada vez mas abusados por algunas compañías que valiéndose de esa condición no hacen nada por mejorar sus ofertas a sus abonados.
Indudablemente que ante esa situación, nos encontramos frente a lo mismo que ocurrió con la privatización de las empresas del sector eléctrico, que luego del fracaso que se produjo al pasarlas al sector privado, el gobierno tuvo que recompararlas para que la población continuara siendo menos afectada con los servicios que venían ofreciendo las distribuidoras.
Lo que muchos de los gobernantes que hemos tenido en la mayoría de los países de la región no han entendido, es que la inversión privada requiere de retorno, no solamente rápido, sino en grandes volúmenes de beneficios para poder ofrecer los servicios que demandan sus clientes en optimas condiciones, o de lo contrario como quiera buscaran la forma de ganar ventajas, disminuyendo las calidades de los servicios que ofrecen, que es lo que ha estado sucediendo en los casos que hemos enumerado.
Por suerte que en lo que tiene que ver con el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones, sus autoridades han entendido el fenómeno que se viene dando con los servicios que ofrecen algunas empresas de Telecomunicaciones, las cuales por acumular grandes ganancias han estado perjudicando a los usuarios ofreciéndoles cada vez más servicios deficientes y precarios, que en la mayoría de ocasiones producen irritaciones profundas.
En estas circunstancias el papel del INDOTEL, debe estar enfocado en la defensa de los usuarios de los servicios de Telecomunicaciones, porque de continuar ese golpeo de que ha sido objeto la población por parte de algunas empresas del sector, eso podría acarrearle al país algunos inconvenientes en la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT), y otros organismos del ramo que trabajan por la normalización y regulación del Sistema de las Telecomunicaciones a nivel mundial.
De hecho, estamos conscientes y saludamos algunas medidas que se han tomado desde el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones para enfrentar esa situación y ojalá que oportunamente se edifique mucho más a la población de la forma en que debe proceder frente a los abusos que se cometen en su contra.
La entrada en operación del Sistema de Portabilidad Numérica, sería una de esas medidas que contribuirá a proteger a los usuarios de los abusos que cometen algunas empresas de Telecomunicaciones contra la población dominicana, la cual deberá de ir acompañada de sanciones ejemplarizadoras contra las instituciones que violen las leyes nacionales.
Definitivamente, lo que quiere la población es que las empresas de Telecomunicaciones vuelvan al momento en que concentraban gran parte de sus esfuerzos y recursos por lograr la verdadera competitividad que necesita el sector para ser cada vez mas eficaces en la adquisición de las tecnologías que demandan para ofrecer los servicios mas sofisticados del mercado.
La oportuna decisión de la justicia dominicana que libera a las empresas de Telecomunicaciones del cobro del 3 por ciento sobre el uso de los suelos para los Ayuntamientos, no solamente debe servir como un estímulo para ahorrarse mas ganancias, sino para que esas instituciones inviertan los recursos en obras de bien social y la adquisición de nuevas infraestructuras para mejorar el servicio que ofrecen a la población.
Esto, obviamente, no debe desviarnos del interés principal que debe tener todo usuario consciente de los servicios de Telecomunicaciones del país; que haya una mejor regulación por parte de INDOTEL y que el Estado dominicano también cree su propia prestadora de servicios para no dejar todo el monopolio al sector privado.
