Desesperación e impotencia fue el grito lanzado este jueves por el desbordamiento de los centros de salud privados de Santiago, los cuales están al borde del colapso por la cantidad de pacientes de la COVID-19, situación que agrava el escenario y apunta a ser un panorama generalizado en la República Dominicana.
Si la población no retoma el distanciamiento y sigue el irrespeto de las normas sanitarias que evitan la propagación de covid-19, los contagios aumentarán en tal magnitud que los pacientes podrían morir en los pasillos de clínicas y hospitales por falta de atención, advirtieron ayer ejecutivos del Hospital Metropolitana de Santiago (HOMS), según el doctor Héctor Sánchez Navarro, subdirector del HOMS, y Sergio Blasco, gerente general.
El panorama fue dramáticamente descrito por directores de centros de salud después de que la ocupación hospitalaria alcanzara el 96 %, según cifras oficiales dadas a conocer este jueves.
En el país hay 1,112 personas hospitalizadas con la COVID-19, 405 de ellas en Santiago, dijo este jueves en rueda de prensa el ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas.
Calificaron de alarmante la cantidad de casos en Santiago, y la falta de camas para ingresar a los afectados tanto en ese centro como en otros de la provincia.
El HOMS sigue recibiendo pacientes, pero con la salvedad de que la situación “puede conllevar un desequilibrio entre las necesidades de ventilación mecánica y los recursos disponibles en la fase más avanzada”, dijo este jueves su gerente general, Sergio Blasco.
La situación. En estos momentos el HOMS está repleto de pacientes con covid-19: 84 hospitalizados, 14 ingresados en cuidados intensivos, en un área con capacidad máxima para 15, y solo utilizan 12 ventiladores.
Blasco afirmó que en esa clínica ofrecen atención a todos los pacientes que lleguen a emergencia, sin restricciones.