Copiado del muro de la doctora Mariella Bobadilla Pichardo
Señora Ana Belique, en su país, Haití, para ser presidente se tiene que ser Haitiano de pura cepa y además negro.
Los árabes o turcos, como les decimos aquí, entraron legalmente a este país y su descendencia es dominicana por derecho establecido constitucionalmente, de manera que sus palabras sobre el nuevo presidente electo son una frescura y un atrevimiento de su parte, además de un desconocimiento absoluto de la Constitución y las leyes de su país, como también del nuestro.
De paso, esos turcos (libaneses, Sirios, Palestinos, etc), vinieron se sumaron a nuestra cultura y costumbres, nos aportaron lo mejor de ellos, su comida, en armonía, ellos y su descendencia son netamente dominicanos. Pero mejor le pongo el ejemplo de los cocolos de San Pedro de Macorís y Samaná, que no son blancos; vinieron y se sumaron a nuestra cultura armoniosamente, nos aportaron su folclor sin ofender, sin querer avasallar, y se ganaron por ellos el derecho de ser dominicanos.
Ningunos de ellos, turcos y cocolos, nos han invadido, ni han ultrajado nuestra Bandera, aman nuestra tierra y respetan con amor nuestros símbolos patrios que hicieron suyos, simple gesto de agradecimiento a esta tierra que los acogió. Igual consideración nos merecen los japoneses, los chinos, los taiwaneses, italianos, franceses y muchos más, y todos sus descendientes.
Sus congéneres, amén de que entran ilegalmente, nada nos aportan más que primitivismo e insubordinación a nuestras leyes, irrespetan nuestros símbolos patrios, se quedan sentados cuando tocan nuestro himno, aún en los momentos de su graduación en universidades dominicanas, porque nada le agradecen al país, no se adaptan a nuestra cultura, aumentan nuestra pobreza, sobrecargan nuestra débil economía y además de forma altanera, como lo hace usted, vienen exigiendo lo que no les corresponde por derecho constitucional. No pueden ser dominicanos, mucho menos presidentes. Esto no es cuestión de blanco y negro, esto es cuestión de nacionalidad! NO HABLE MÁS DISPARATES!