Hasta ahora la cirugía ortopédica de mínima invasión para reemplazo de articulaciones mayores había consistido únicamente en hacer las incisiones más pequeñas. Aún así, comparada con la cirugía tradicional abierta, había beneficios para el paciente. En este momento se ha ido más allá y el concepto de mínima invasión incluye otros avances que permiten resultados más positivos.
“Las estrategias quirúrgicas tradicionales para la cadera demandan que se desprendan músculos, ligamentos y tendones, requiriéndose hasta tres meses de protección para una curación adecuada. Inicialmente, las técnicas mínimo invasivas describían variaciones y refinamientos a la estrategia tradicional, tales como menos desprendimiento e incisiones más pequeñas. Inicialmente ofrecían la promesa de reducir el trauma al tejido blando, menos dolor y recuperación más rápida. En cambio, pronto se cayó en cuenta que creaban más trauma al tejido blando, y los estudios demostraron un más alto índice de complicaciones”, dice el Dr. Mark J. Powers, cirujano ortopédico afiliado al Saint Lucie Medical Center, en Port St. Lucie, Florida, y quien es pionero en técnicas de conservación de músculo.
De acuerdo con el Dr. Powers, las lecciones aprendidas en la fase mínima invasiva no se perdieron.
“Desde el 2005, he estado comprometido a fondo en el desarrollo de una técnica que verdaderamente permitiera conservar los músculos. La estrategia quirúrgica ahora es por vía anterior-lateral o anterior de la cadera y no requiere desprendimiento de músculo o tendón, y el largo de la incisión varía entre 8 y 12 cm. (3 a 4½ pulgadas). El resultado es una estabilidad inmediata de la cadera, reducción significativa del dolor postoperatorio y rápida recuperación funcional. La mayoría de los pacientes requieren una hospitalización más corta, tienen dolor mínimo y son ambulatorios (caminan) con un bastón a las 24 horas. La mayoría pueden manejar en dos semanas y tener requerimientos mínimos de terapia física postoperatoria”.
La estrategia de conservación de músculo es resultado de una combinación de innovaciones en el diseño de los implantes, la instrumentación y la técnica quirúrgica, resultando en un beneficio potencial para el paciente, el cual incluye además mejor margen de movimiento, preservación de la fuerza y la función, y los resultados cosméticos son superiores, asegura el cirujano.
Cambiar la tecnología fue la clave para desarrollar la técnica.
“En mi caso, trabajando en conjunto con los fabricantes de instrumental, tomé los instrumentos quirúrgicos más finos que ya estábamos usando para incisiones pequeñas, y los doblé un poco, cambié el diseño, también modifiqué las prótesis. La idea era no tener que cortar los músculos. Lo hicimos primero en cadáveres, luego en pacientes reales. El objetivo se logró. El éxito fue total”, explica el Dr. Powers.
La técnica anterior para reemplazo de cadera consistía en hacer la incisión, cortar los músculos, torcer la pierna para dislocar violentamente la articulación, lo cual ocasionaba mucho trauma para el cuerpo; luego se hacían los cortes en el hueso, se ponía la prótesis y se cerraba. Esta es la técnica que todavía realizan la mayoría de cirujanos.
La nueva técnica permite mover los músculos hacia un lado en vez de cortarlos, y hacer los cortes de hueso sin tener primero que torcer al pierna y dislocar la articulación; luego de que los huesos están cortados, se disloca la articulación, pero ya no en forma violenta y traumática para el cuerpo; finalmente, se pone la prótesis y se cierra.
Los beneficios de la nueva técnica quirúrgica se producen porque no se cortan los músculos. La estabilidad del reemplazo es prácticamente inmediata, asegura el experto. El paciente puede comenzar a caminar al día siguiente. Con la técnica anterior, el paciente debía estar en el hospital varios días y tomaba unas seis semanas andando apoyado en un caminador hasta que podía hacerlo con un bastón.
Como el avance también ayuda a reducir el dolor, la cantidad de medicamentos narcóticos que el paciente debe tomar es menor.
Con base en su propia experiencia, los cirujanos consideran que esta nueva técnica contribuye también a evitar la complicación de coágulos sanguíneos, porque no se tuerce la pierna para dislocar la articulación. Al torcer la pierna, se tuercen vasos sanguíneos. Eso se evita con la técnica de conservación de músculo. Sin embargo, estudios grandes que comprueben definitivamente este hallazgo están por hacerse.
El Dr. Powers asegura que la nueva técnica de reemplazos articulares con preservación de los músculos ahorrará millones de dólares al sistema de cuidado de salud.
Un inconveniente es que no se puede usar para revisiones, sino sólo para pacientes a los que se hace un reemplazo por primera vez. Otro inconveniente es que por ahora, aunque esta técnica quirúrgica y la tecnología para realizarla están aprobadas por la Federación de Alimentos y Medicinas, muy pocos cirujanos la están realizando. Sin embargo, se espera que en el futuro esta alternativa se generalice y una mayor cantidad de personas puedan beneficiarse.
Los avances en este campo están dirigidos a favorecer a un gran número de personas, pues según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos, los reemplazos de cadera y de rodilla son procedimientos muy comunes. “En tanto la población envejece, se espera que se hagan aún más comunes”, asegura esta organización. El daño del cartílago por artritis o trauma produce mucho dolor y restricción de movimiento, al punto de hacer inservibles las articulaciones, lo cual en un creciente número de casos hace necesarios los reemplazos con prótesis.
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