El paciente con riesgo hemorrágico es aquel que, por causas adquiridas o heredadas, ve incrementada su probabilidad de sangrado mayor en una intervención quirúrgica o procedimiento invasivo. En este contexto, la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) y la Asociación Madrileña de Pacientes Anticoagulados y Cardiovasculares (AMAC), con el apoyo de Sanitas, desarrollaron la Guía HEMODENT de Manejo del Paciente con Riesgo hemorrágico en la consulta dental.
Se trata de una herramienta de inteligencia artificial que “nace para cubrir la necesidad de establecer unas pautas claras de manejo del paciente con riesgo hemorrágico en la consulta dental, frente a la diversidad de criterios clínicos disponibles, facilitando así la labor de los odontólogos, estomatólogos y cirujanos maxilofaciales con este grupo de pacientes”.
En última instancia, esta herramienta predictiva en forma de «chatbot» (programa que simula mantener una conversación con una persona al proveer respuestas automáticas a cuestiones planteadas por el usuario) también “puede ser de gran utilidad para médicos de familia y hematólogos no especialistas en Hemostasia, a la hora de resolver dudas sobre asistencia dental a pacientes con riesgo hemorrágico que puedan plantearse en sus consultas”, según explica Cristina Pascual Izquierdo, portavoz de la SEHH.
Las personas con trastornos de la coagulación tienen un alto riesgo hemorrágico y algo tan común como ir al dentista puede acarrearles graves consecuencias. “Evitar esas complicaciones es un reto para médicos y odontólogos”, apunta Clara Esteban Escobar, directora médica de Sanitas Dental, cuyas clínicas han servido de banco de pruebas para el perfeccionamiento de la Guía HEMODENT.
Gracias a este proyecto piloto, han capacitado a sus odontólogos en el manejo del paciente anticoagulado y/o antiagregado, permitiendo que estos pacientes puedan ser atendidos directamente por el dentista sin necesidad de acudir al médico de familia o al hematólogo. “La utilización del ‘chatbot’ permite al odontólogo individualizar cada caso. Conocer el riesgo hemorrágico, asociando la patología del paciente y el impacto del procedimiento quirúrgico bucal, resulta fundamental para poder tratar de forma segura y eficaz a este importante colectivo de pacientes”, añade.
Los nuevos anticoagulantes orales, cada vez más implantados, suponen un desafío ante procedimientos de cirugía ambulatoria en el ámbito no hospitalario. “La odontología actual, volcada en la regeneración de los tejidos perdidos tras las secuelas de una exodoncia o el mantenimiento de los dientes hasta el final de la vida, demanda cada vez más la necesaria interrelación con otras especialidades médicas. La relación entre salud oral y salud general es bidireccional y cualquier proyecto que ahonde en ella nos reportará beneficios en el desarrollo de una práctica segura y eficaz”, concluye la experta.