Santiago.- La tensión continuaba este lunes en la comunidad de Canca la Reyna, de Tamboril, provincia de Santiago, donde decenas de haitianos fueron expulsados por enardecidos moradores en represalia por la muerte de un dominicano, en la que se involucra un inmigrante del vecino país.
Mientras miembros de la Policía Nacional e inspectores de Migración continúan recorriendo la comunidad de Canca la Reyna, a fin de evitar posibles agresiones en contra de los inmigrantes haitianos.
Los moradores de Canca la Reyna, machetes en manos, procedieron a derribar al menos nueve casuchas que eran ocupadas por inmigrantes haitianos indocumentados, en represalia por la muerte del dominicano Jesús Rivas Polanco, de 42 años de edad, de cuyo hecho se acusa a un haitiano que se encuentra prófugo.
Los pobladores de la comunidad han advertido que donde quiera que encuentren un ciudadano haitiano procederán a lincharlo en venganza por la muerte del dominicano, mientras la Policía dijo que no permitirá que nadie tome justicia con sus propias manos.
La Policía dijo que al menos cuatro haitianos se encuentran detenidos para fines de investigación en el cuartel de Tamboril.
Uno de los arrestados es Joselito Pié, quien denunció que su casa al igual que las de otros haitianos fueron destruidas y que sus pertenencias fueron robadas por turbas. También dijo que los desconocidos robaron un cultivo de yuca, en unos terrenos ubicados en la cercanía de su casa.
Mientras Lalita Douglas dijo que un grupo de personas armadas de machetes y palos se presentó en la madrugada su casa y le advirtieron, junto a su esposo y tres hijos, que debían abandonar rápidamente el lugar o de lo contrario actuarían en su contra y comenzando a destruir su casa y a llevarse todas sus pertenencias.
Según los moradores de la comunidad y la propia Policía, los haitianos mataron al dominicano para despojarlo de ocho mil pesos, un celular y una motocicleta.
Eladio José Paniagua, uno de los voceros de los revoltosos, dijo que la comunidad no quiere haitianos y criticaron la indiferencia mostrada por las autoridades migratorias de Santiago, quienes no hicieron caso a las reiteradas denuncias que hicieron los grupos comunitarios sobre el aumento de los hechos delictivos en los que se ven involucrados haitianos indocumentados.
De su lado, Pedro Morel declaró que Migración pudo haber evitado esa situación, ya que en reiteradas ocasiones los habitantes habrían pedido que procedieran a repatriar a los haitianos indocumentados, ya que tienen pruebas de que son responsables de los robos y asaltos que se registran en la zona, pero que no les hicieron caso.