Estoy en Taiwán invitado por la Comisión de los Veteranos de las Fuerzas Armadas que celebra la convención anual 1986. Aquí en el Grand Hotel estoy leyendo la historia del gran maestro Confucio. Voy a aprovechar el tiempo desde el 13 al 19 mes de abril para entrar en el mundo filosófico chino, y de seguro copiar algo que me ayudara a vivir en felicidad y amar más a los demás. El libro en una página tiene una parte escrita en su idioma y otra en el idioma inglés. Confucio en su enseñanza hace énfasis en el ordenamiento de la familia para que los hijos sepan gobernar bien el reino. Traduzco esta parte. “Cuando se pone en orden la propia familia se ha dado el primer paso para gobernar bien el reino. Un hombre que no sabe dirigir a los suyos, nunca podrá dirigir a todo un pueblo. El hijo de un príncipe para aprender a gobernar un reino primero debe actuar con la mayor rectitud dentro de su propio hogar. El desarrollo de la piedad filial le enseña a comportarse como un soberano; el respeto fraternal le permite actual con deferencia soberana; el respeto fraternal le permitirá actuar con deferencia ante las personas que le superan en edad; su ternura con los demás débiles le adiestrará a tratar al pueblo con benevolencia.
En el libro de las canciones leemos: Los que asumen la autoridad deben controlar severamente sus acciones, con el fin de actuar acertadamente en todo momento al evitar el mar. En caso contrario, provocaría la ruina de todo el pueblo.
Cuando el príncipe se sirve de las rentas públicas para incrementar su fortuna personal, el pueblo imitará su ejemplo y dará libertad a sus malignas indignaciones; pero si el príncipe se sirve de las rentas públicas para el bien de su reino, este se mostrará sumiso y se conservará el orden.
Los que tienen riquezas con la violencia y la injusticia, de la misma forma las perderán por medios violentos e injustos.
Pensamiento del maestro Confucio
“Los hombres son criaturas muy rara: La mitad censura lo que practica, la otra mitad lo que censura; el resto siempre dice y hace lo que debe”. “Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo”. “Donde mora la libertad, allí está mi patria”. “El mejor médico es el que conoce la intimidad de la mayor parte de las medicinas”. “Yo creo que el mejor medio de hacer bien a los pobres no es darle limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla”. “El cielo cura y el médico cobra los honorarios”. “Las leyes demasiado benignas rara vez son obedecidas; las demasiado severas, rara vez ejecutadas”. “El camino hacia la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro”. “Se cortés con todos, sociable con muchos, familiar con pocos”. “Abreviar la cena prolonga la vida”.
Los dejo con esta respuesta al un alumno preguntarle: ¿Todos los hombres son iguales maestro? Confucio después de una larga reflexión: “A pesar que la naturaleza de los hombres se halla muy próximo, basta igualarlos, lo que cada uno aprende aparta a unos de otros”.
Consérvense bueno. Una alegría, amor, aceptación, bendición y agradecimiento totales. Estas son las cinco actitudes de Dios. El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.