“Peor es nada” y “si vas a dar algo que valga la pena”, rezan dos viejos adagios muy populares en la República Dominicana y que ahora lo empleamos en este escrito para detallar lo que puede hacer una familia dominicana con los 1.500 pesos que les ofreció el presidente Luis Abinader como bono navideño.
Si tomamos en cuenta que en este país cada día aumentan los precios de los productos de primera necesidad, llegaremos a la conclusión de que las familias adquirirían con este dinero prácticamente “nada”.
Y es que el clientelismo de apodera del sufrido pueblo dominicano, que por años ha tenido que vivir recibiendo migajas de los gobiernos, pero que cuando el presidente Abinader anunció que sustituiría las tradicionales cajas navideñas por bonos el pueblo, saltó de alegría; pero, ¡oh, sorpresa!
“La felicidad en casa de pobre dura poco”, ese es otro dicho que la gente recordó este miércoles cuando el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza, informó que el gobierno entregará $1500 míseros pesos a más de un millón de dominicanos, como motivo a la navidad.
Teniendo en consideración este “gran regalo” que recibirá el pueblo dominicano, hay que resaltar que por lo regular una familia de este país pasa de 5 miembros, sin contar los agregados en navidad y los altos precios que ha registrado la canasta familiar en los últimos días.
El pollo, que es la carne que más se consume en la cena de navidad, tiene un precio de 70 pesos la libra, ejemplo 5 libras tiene un precio de RD$ 360.
Mientras que la pierna de cerdo cruda tiene un precio similar de 70 pesos la libra y si una familia para tener más variedad en mesa en día Nochebuena, compra 5 libras, serán 360 pesos más. Ya de los RD$ 1500 que le daría el gobierno a lo que resulten agraciados han consumido 720 pesos, solo en carnes y quedan 780 pesos y ahora es que falta.

Como buen dominicano, en la tradicional Nochebuena, no pueden faltar las famosas teleras y cada una cuestan 80 pesos, si en compran tres, serían 240 pesos.
En este punto inicia el dolor de cabeza de los padres, esperanzados en llevar la cena completa a su hogar, pero el punto es que son 5 miembros y solo rectan 540 pesos.
La preocupación se apodera de la familia y aún falta comprar los guaduales para el moro, que la libra se cotiza a RD$140; mientras que faltan los sazones: ajo, sopitas, cebolla, y lo más importante, el arroz, y solo quedan 400 pesos del bono navideño.
La preocupación está en su punto más álgido; pero, los cabezas de familia maniobrarán para rendir los chelitos. Supongamos que se decide a comprar lo que falta en el colmado de la esquina: una sopita cuesta 7 pesos la unidad, si compra 10 le salen en 7º pesos, mientras que el ajo criollo cuenta 230 pesos la libra; de los 1.500 pesos solo quedan 100 pesos; falta el sazón para condimentar las carnes, los víveres y la ensalada… Aaaahhh, y el arroz, que cuesta 35 pesos una libra, y el gas para cocinarlo: “lo cocinaríamos en leña, pero no tenemos dinero para comprar cuaba”.
Queremos creer que al gobierno no le presentaron los precios de los productos a la hora de anuncia esta mega medida para ayudar a los pobres; pero, está a tiempo de recapacitar.