El legislador que recibe el “funesto barrilito” no es Duartiano, no acepta el Decálogo del Padre de la dominicanidad.
5- Considera a la política como una de la más noble actividad humana, ejércela con desinterés económico, justicia y patriotismo.
Cuando se comete una mala acción se está en el mal autencio, es el mal moral. Ese mal es el apego a la riqueza y de seguro en el mañana tendrá malas consecuencias. Ya están siendo citados exfuncionarios del Partido de la Liberación Dominicana ante la procuraduría de la justicia para cuestionarlos por su declaración jurada de bienes.
Cuando un senador y un diputado piensa y actúa con la categoría lo mío (Barrilito) no estará libre de dependencia y ataduras; todo los millones de pesos que le proporciona esa violación a la Constitución y como no piensa en las consecuencias, momentos difíciles le esperan. Todo lo malo que se hace es contra la ley de su naturaleza moral y se paga ese mal, es un reclamo natural de la ley de su creación. La ley Divina. Esos millones de pesos del “funesto barrilito” se lo quitan otros de la boca, salud y educación. ¿Cómo puede verse libre de paz quien convierte su vida en ese mal?
Mahatma Gandhi en su escrito Desprendimiento y libertad, expresó: “Todo lo que tomamos se lo quitamos al otro de la boca. Por eso, si deseamos apropiarnos de algo, debemos analizar si realmente lo necesitamos, y procurar luego lo menos posible”. “Observa el camino que sigue cada moneda que va a pasar por tu bolsillo y aprenderás mucho meditando en ello”.
Consérvense bueno unidos a las cinco actitudes de Dios. Una alegría, amor, aceptación, bendición y agradecimientos totales. El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.