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Respuesta destemplada

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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No suscribo la petición del presidente Leonel Fernández de que Honduras sea excluida del Tratado de Libre Comercio llamado DR-CAFTA, pero rechazo la regañina insolente que le ha obsequiado el sindicato mayor de los empresarios hondureños.

Nadie duda de la erudición del mandatario dominicano, pero hasta los genios bordean la pifia cuando se les ocurre ponerse a pensar en voz alta. Toda idea, por brillante que luzca, debe ser sometida a un consulta fría ante de ser lanzada al escrutinio público, sobre todo, si quien la expone es el conductor de una nación.

La intención del presidente Fernández no es otra, que la de lograr el pronto reestablecimiento en el poder de su homólogo Melito Zelaya Rosales, el hijo del oligarca sicópata Mel Zelaya Ordoñez, hallado culpable del asesinato de once líderes campesinos, dos mujeres y de dos sacerdotes católicos, hecho perpetrado en su finca.

Todo sobre la base de que con la reinstalación en el poder de un mandatario que se colocó por encima de las instituciones y que pisoteó varias veces la Constitución, se reencauzará la democracia hondureña.

La idea de Fernández es desacertada porque ninguno de los capítulos del DR- CAFTA prevé reprimenda a los países signatarios por razones políticas y porque ese tratado es regido por los protocolos de la Organización Mundial de Comercio (OMC), para los que una propuesta de tal naturaleza resultaría inadmisible.

Pero además la República Dominicana es un socio añadido a ese tratado, y ninguno de los firmantes originales fue consultado para formular esa propuesta.

El bloqueo comercial que se pactó desde un primer momento contra Honduras, ha sido un fracaso porque el eslabonamiento de las economías centroamericanas impide que pudiera mantenerse por mucho tiempo. Un boicot contra una la golpea a todas, pero además los procesos de integración que la región viene experimentado desde hace varias décadas, han derribado las fronteras comerciales. República Dominicana no necesita del Puerto Cortés, enclavado en Honduras, para exportar hacia Estados Unidos y el mundo, pero Nicaragua y El Salvador, lo añoran.

En Honduras no hay posibilidad de una salida que no sea pactada entre todos los enrolados en el conflicto, y la República Dominicana, no ha hecho otra cosa que completar su descalificación para formar parte de una instancia de mediación.

Por las desaforadas e inoportunas declaraciones del canciller Carlos Morales Troncoso, el presidente Fernández se vio precisado a sustituirlo en la misión de cancilleres de la OEA que visitó a Honduras recientemente, previniendo que el país fuera objeto de un desplante, y en su lugar designó al embajador Virgilio Alcántara.

Pero comenten un error estratégico los empresarios hondureños al encarar de forma tan inapropiada a Leonel Fernández. Eso a ellos no les confiere ningún beneficio. Su némesis responde al nombre de Hugo Rafael Chávez Fría, mientras el conflicto sea con él y sólo con él, menos posible será la colaboración de Estados Unidos para el reestablecimiento de Zelaya.

Obama no intentaría, ni por asomo, una sugerencia así, no por los hondureños sino por el conflicto interno que le acarrearía.

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