Yakarta.- Al menos 32 personas murieron, decenas resultaron heridas y numerosos edificios se desplomaron o quedaron dañados a causa del seísmo de 7,4 grados de magnitud en la escala de Richter que sacudió hoy la isla indonesia de Java.
Unas 5.000 personas han sido evacuadas por las autoridades de las zonas afectadas, los daños a las propiedades son cuantiosos entre casas derrumbadas, fachadas y muros agrietados, paredes de ladrillo derribadas y tejados hundidos.
En Tasikmalaya, la mayor ciudad más cercana al epicentro, con unos 840.000 habitantes, se vivieron escenas de terror cuando las viviendas comenzaron a temblar y venirse abajo durante los casi 20 segundos que duró el temblor, según relataron varios testigos en las televisiones locales.
El funcionario Priyadi reconoció la existencia de seis cadáveres en Cibinong y otros cuatro en Sukanegara, ambas barriadas de Tasikmalaya, pero apuntó que se trataba "todavía de información provisional".
Otros cadáveres fueron recuperados entre escombros de diversas edificaciones de una zona residencial de la localidad de Cianjur, en Java occidental, y según funcionarios del Centro de Gestión de Crisis, al menos 30 personas permanecían sepultadas bajo escombros de casas derruidas de una aldea de la zona.
Las autoridades temen que la situación sea aún peor en las poblaciones situadas a escasos kilómetros del epicentro, justo sobre la costa, como el pequeño puerto de Pelabuan Ratu, un conocido destino turístico.
Herman, funcionario de Sanidad y que como muchos indonesios tiene sólo un nombre, dijo que "estamos atendiendo a niños y mujeres que sufrieron heridas graves cuando se derrumbaron sus casas".
El Sistema de Alerta y Coordinación de Desastres Globales (GDACS) de la Unión Europea apuntó en un informe preliminar que este terremoto tiene "un impacto humanitario potencial alto" y que ha afectado a una región con una "gran vulnerabilidad a desastres naturales".
En Bandung, una ciudad universitaria de más de dos millones de habitantes y que se encuentra a 104 kilómetros del epicentro, la piscina del hotel de lujo Hyatt se resquebrajó y el agua se filtró a una sala de reuniones.
En Yakarta, la capital, que se encuentra a casi 200 kilómetros del epicentro, los rascacielos, bloques de oficinas, las sedes gubernamentales y algunos centros comerciales fueron desalojados por temor a las réplicas.
Las principales avenidas de la capital quedaron bloqueadas porque la mayoría de los trabajadores decidió concluir de forma precipitada la jornada laboral y regresar a sus casas, lo que degeneró en un atascó que se prolongó durante muchas horas.
Fuentes del centro de crisis del Ministerio de Sanidad indicaron que al menos 27 personas han sido atendidas en distintos centros sanitarios de la capital a causa de heridas producidas por el fuerte temblor.
Los expertos estiman que más de 25 millones de personas, los residentes que viven a menos de 200 kilómetros a la redonda, sintieron el movimiento telúrico.
Por su parte, el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico lanzó un mensaje de alarma ante la posibilidad de que se formase una ola gigante en el océano Índico y canceló el aviso una media hora después tras comprobar que no se había producido el temido desastre natural.
Recibida la alerta, las autoridades del distrito de Sidang Barang, en la provincia de Java Occidental, ordenaron la evacuación de unos 5.000 vecinos de la costa más próxima al temblor.
El terremoto sucedió a las 14.55 hora local (07.55 GMT), según el Servicio Geológico de Estados Unidos, que vigila la actividad sísmica mundial y que situó su epicentro en la costa al suroeste de Java.
El de hoy fue el mayor seísmo vivido en Java desde el ocurrido en Yogyakarta de 2006, que alcanzó los 6,2 grados en la escala abierta de Richter y mató a unas 6.000 personas.
Indonesia se asienta sobre el llamado "Anillo de Fuego del Pacífico", una zona con gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.
El 26 de diciembre de 2004 un sismo de magnitud 9 grados generó un tsunami que azotó una docena de países bañados por el océano Índico y causó 226.000 muertos, de los que 170.000 correspondieron a Indonesia. EFE