El padre Santiago Bautista advirtió este miércoles que muchos funcionarios incurren en actos de corrupción por la ausencia de una mano dura en el gobierno y con autoridad, que castigue a los que cometen ese flagelo.
El sacerdote franciscano-capuchino sostuvo que el pueblo ya está cansado de que el gobierno anuncie su lucha contra la corrupción y de otros males que afectan al país, para al final no resolver nada y seguir beneficiando a los corruptos que se comen el pastel de los dominicanos.
Precisó que el presidente del Consejo Rector de la Comisión Nacional de Ética y Combate a la Corrupción, Marino Vinicio Castillo, sólo hace planteamientos y se olvida de buscar soluciones inmediatas o a corto plazo, para erradicar la corrupción en el país.
El también director del Colegio San Francisco de Asís dijo que al presidente Leonel Fernández el gobierno se le fue de las manos y sólo lo hace para el sector peledeísta.
Bautista resaltó que los casos de corrupción destapados es gracias a los trabajos de investigación realizados por periodistas preocupados por el estado de descalabro en que ha caído la nación.
En ese sentido, dijo que la iglesia está dispuesta apoyar a los periodistas que denuncian la corrupción, para que el pueblo entienda que el país no es ni de los corruptos ni de los peledeístas.
Asimismo, el religioso calificó el papel de la justicia dominicana de pobre y complaciente, donde el Ministerio Público no tiene una actitud fuerte para enfrentar los graves problemas de justicia que tiene la sociedad.
El fray Bautista ofreció sus declaraciones después de participar en una rueda de prensa, donde anunció que la Pastoral Juvenil realizará desde este jueves 3 de septiembre a partir de la 6:00de la tarde, una vigilia en la Catedral Primada de América, en defensa de la aprobación del articulo 30 sobre el aborto, en la segunda lectura de la reforma constitucional.
Agregó que la vigilia concluirá el viernes, con una eucaristía a la 7:00 de la mañana para ratificar la posición de la iglesia católica de que el aborto es la violación más cruel de los derechos humanos.